CIAT (Flickr)

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha comenzado oficialmente el proyecto Malaspinomics, una iniciativa que pretende secuenciar el genoma de más de dos mil muestras de microorganismos del océano profundo.

El proyecto es el paso natural del lanzamiento y desarrollo de la expedición Malaspina, un proyecto de investigación multidisciplinar que comenzó en 2010, y que buscaba explorar la biodiversidad del océano. El nombre de esta iniciativa recuerda a la antigua expedición Malaspina, una travesía político-científica que hicieron los españoles Alejandro Malaspina y José de Bustamante alrededor del mundo en el siglo XVIII.

En reconocimiento a aquel primer aporte, el CSIC, algo más de dos siglos después, decidió volver a ser pionero en la investigación del mar y sus secretos. Y es que aunque parezca extraño, aún nos quedan muchas cosas por descubrir en el océano profundo. La gran diversidad de microorganismos existentes es todo un reto para los científicos, ya que según los datos del proyecto, el 60% de las bacterias de las profundidades del océano son aún desconocidas.

El potencial biotecnológico que se esconde en el fondo del mar es de tal envergadura que, a partir de la información genética que se extraiga del proyecto Malaspinomics podría haber avances realmente importantes relacionados con la salud o el medio ambiente.

Secuenciar de manera masiva el genoma de todas las especies que se encuentren en la iniciativa de Malaspinomics permitirá desvelar algunos secretos de la vida que está escondida en el océano profundo. En palabras de Silvia Acinas, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, "se han descubierto bacterias hasta ahora desconocidas que pueden degradar compuestos tóxicos, como el metilmercurio, producido por las actividades industriales".

¿Se imaginan que bajo el mar encontramos bacterias capaces de comer compuestos contaminantes y aplicarlas luego en zonas con una gran contaminación ambiental? O mejor aún, ¿qué pasaría si de repente viéramos que un determinado microorganismo produce un fármaco de interés, hasta ahora desconocido, que sirva para curar el cáncer o tratar infecciones? Malaspinomics sin duda nos brindará secretos hasta ahora desconocidos, y que suponen un gran futuro para la investigación y su aplicación en nuestra vida diaria.

Hace tiempo que los científicos empezaron a pensar en el mar como fuente de nuevos secretos con potencial aplicación en nuestro día a día. Una actividad, la de la biotecnología azul o marina, que ya tuvo su primer gran resultado, al ser capaz de fabricar el primer antitumoral producido por una compañía española, y llamado Yondelis, que se extraía a partir de un organismo marino.

Con el trabajo de Malaspinomics, serán muchas más los productos y servicios que podremos obtener a partir de los organismos vivos del mar. Un verdadero lujo, ya que poder descubrir todo el potencial que se encuentra en el océano profundo, servirá a medio plazo para mejorar la medicina o cuidar nuestro medio ambiente.