El último estudio realizado por los analistas de Gartner confirma que la tendencia del mercado de aquí a los próximos 4 años por los teléfonos inteligentes, tabletas y la nueva generación de ultrabooks de gran movilidad, al estilo de la Surface Pro, eliminará prácticamente de todos los registros a los dispositivos tradicionales. ¿Afectará esta tendencia negativamente al mercado de Microsoft?
La proliferación de las tabletas de bajo precio, terreno dominado por Android, está saturando completamente el mercado actual como ya comentamos a principios de año. Cada vez más consumidores comienzan a estar satisfechos con la experiencia que les ofrece una tableta como principal dispositivo informático en sus hogares. Como resultado, el mercado tradicional de PCs descenderá un 7.6% durante este mismo año. No se trata de una tendencia temporal inducida por un entorno económico desfavorable, sino que es un reflejo del cambio en el comportamiento de los consumidores.
Por tipo de dispositivos, el que experimentará un crecimiento mayor en los próximos 4 años serán las tabletas, que aumentarán su número de envíos un 68%. Evidentemente el tipo dispositivo que encontraremos con mayor facilidad en el mercado serán los teléfonos inteligentes con cerca de 2.130 millones de unidades en 2017.
El crecimiento de este tipo de dispositivos en el mercado está profundamente relacionado con la reciente búsqueda por parte de los millones de consumidores de los mercados emergentes de un compañero de trabajo digital.
Por sistema operativo, el que seguirá siendo el rey aumentando aún más su distancia con su inmediato rival será Android. Windows e iOS/Mac aumentarán su distancia en 2017 dejando una posición más cómoda en la segunda plaza para el sistema operativo de Microsoft. Por esta misma razón sorprenden las voces críticas que han argumentado en las últimas horas que Microsoft podría ser irrelevante en los próximos años.
Sin duda, Microsoft ha sido una empresa ligada profundamente a las tendencias en cuanto a dispositivos de los mercados tradicionales desarrollando software diseñados específicamente para ellos. La tendencia ha cambiado radicalmente con Windows 8, un sistema operativo diseñado para tabletas que es parte fundamental para la generación de beneficios en la compañía. El desplazamiento a las nuevas generaciones de dispositivos predominantes en el mercado afecta directamente también a suites como la de Office, pieza fundamental también en la generación de beneficios de la compañía, que ha sido renovada con éxito en su última versión adaptándose a las nuevas formas que tiene el consumidor de ser productivo, aunque quedan cosas por mejorar, como la posibilidad de tener las aplicaciones de la suite en otras plataformas como iOS.
Con respecto al poco éxito de ventas en el mercado de Windows Phone 8 si lo comparamos con los sistemas operativos que realmente reinan como Android o iOS, y no con el nuevo sistema de BlackBerry que no levanta el vuelo, nos encontramos con un asunto complicado para Microsoft en los próximos años si no encuentran alguna forma de diferenciarse realmente en el mercado con el que alcanzar el éxito. Probablemente la mejor oportunidad a largo plazo sea explotar al máximo las posibilidades que abre Nokia con su nueva familia Lumia de bajo coste destinado a los mercados emergentes para que el actual sistema operativo móvil de Microsoft finalice su ciclo de vida de forma positiva.
