conecta tu Mac con tu iPhone

Se habla mucho estos días de nuevas categorías de productos. Desde el lanzamiento del iPad todas las presentaciones por parte de Apple y otras compañías han sido de actualizaciones de productos ya existentes: pequeñas evoluciones, peor al fin y al cabo dentro de las mismas categorías: smartphones, ordenadores, portátiles, y tablets. Muchos piensan que este año llegará algo nuevo por parte de Apple. Algunos rumores apuntan al supuesto iWatch, y por otro lado está la famosa televisión de Apple de la que tanto tiempo se lleva hablando.

Lo que está claro es que estos dispositivos despiertan interés por parte del consumidor, como bien demostró la increíble respuesta de los usuarios de Kickstarter cuando se presentó el proyecto Pebble, el cual levantó 10 millones de dólares de casi 70.000 usuarios (el primer millón en poco más de 24 horas) cuando buscaban tan sólo 100,000 de inversión. Tras retrasar su fecha inicial prevista de lanzamiento de Septiembre de 2012, los primeros Pebbles han empezado a llegar a los backers de Kickstarter.

La premisa de Pebble. Un reloj conectado a tu Smartphone.

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Pebble es una extensión de tu teléfono pero en tu muñeca. Esto nos permite consultar leer las notificaciones que llegan a nuestro teléfono, o manejar la música que está reproduciendo sin tener que sacarlo de nuestro bolsillo. Pebble permanece conectado permanentemente a terminales iOS o Android vía Bluetooth 4.0 y envía notificaciones, SMS y llamadas al reloj.

Cuenta con una pantalla retroiluminada de 144x168 píxeles de tinta electrónica similar a la de los Kindle, la cual se lee perfectamente tanto bajo el sol como a oscuras. Un detalle interesante es que puede utilizarse debajo del agua, permitiéndonos, por ejemplo, ver un mensaje importante que nos llegue mientras estamos en la ducha. En su interior nos encontramos con soporte para vibración, brújula y acelerómetro (éste último nos permite encender la retroilumación de la pantalla momentáneamente agitando la muñeca o dando un pequeño golpe sobre el reloj)

La batería tiene una duración teórica de entre 5 y 7 días, aunque esto claro está dependerá del uso que le demos. En mi experiencia, tras un uso intensivo (recibiendo más de 100 notificaciones al día, las cuales encienden la pantalla y hacen vibrar el reloj) la primera carga de la batería duró 5 días. En cuanto a esto hay que tener que en cuenta la versión actual del firmware no utiliza el perfil 4.0 de Bluetooth de bajo consumo, sino el 2.1, por lo que el consumo de energía mejorará cuando el reloj reciba actualizaciones.

Un reloj en constante mejora

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Una de las cosas que mejor sienta de comprar hardware es recibir actualizaciones de software. Desde que empecé a usar el Pebble, ha habido dos actualizaciones oficiales del firmware y otra de la aplicación de iOS. Sin embargo, es posible descargar actualizaciones prácticamente diarias e instalarlas directamente en nuestro Pebble.

Las últimas versiones han introducido mejoras en la interfaz principal del reloj y en la usabilidad: por ejemplo, antes, los diferentes "watchfaces" (tipos de reloj) aparecían en el menú principal, haciendo engorrosa la navegación. En la última actualización, es posible seleccionar nuestro reloj preferido, y simplemente volver a él presionando el botón de menú del lado izquierdo.

Es tan sólo un detalle que nos muestra el interés por parte del equipo detrás de Pebble de mejorar la experiencia de usuario, lo cual sin duda agradeceremos, sobre todo si cumplen su promesa de traer una nueva gran actualización al menos cada dos semanas. Estamos ante una compañía pequeña, a años luz de los recursos de un gigante como Apple, pero con las mismas ganas de cambiar el mundo y de hacer las cosas bien, y eso se nota en el acabado de Pebble.

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No todo se puede arreglar con actualizaciones

No me he encontrado con ningún problema serio que impida usar el reloj con normalidad. La única imperfección del hardware es el ángulo de visión de la pantalla, la cual se torna de un color extraño cuando se mira desde ciertos ángulos. No es un inconveniente a la hora de leer la pantalla, pero si es algo feo, sobre todo acostumbrados a las pantallas de los smartphones.

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Aparte de esto el hardware en sí es de gran calidad, y de aspecto robusto, aunque eso sí, susceptible a rayaduras si le damos algún golpe.

Si tuviera que pedirle algo al reloj, sería que hubiese incorporado micrófono y altavoz. Por ejemplo, el iPhone hubiese permitido que le diéramos órdenes a Siri a través del reloj, o haber sido capaces de contestar una llamada desde el reloj y mantener una conversación sin sacarnos el teléfono del bolsillo y sin el uso de auriculares. El motivo, más que por el incremento en el coste, probablemente haya sido el que hubiera complicado el aislamiento para hacerlo sumergible en agua, pero creo que hubiera cambiado eso por todas las posibilidades que nos hubiera a la hora de interactuar con el Pebble.

Integración limitada por iOS

Aquí Android tiene ventaja respecto a iOS, pero el carácter más cerrado del sistema operativo de Apple limita las posibilidades de Pebble. Todo lo que permite hacer el reloj, es gracias al soporte de iOS para dispositivos Bluetooth, el cual conecta el centro de notificaciones con dispositivos que soporten Bluetooth MAP, como el Pebble, además de poder controlar la música. Cualquiera otro tipo de comunicación de Pebble, por ejemplo, con otras aplicaciones en el teléfono, es simplemente imposible, al menos en iOS 6. Esto también significa que si iOS tiene algún fallo a la hora de reenviar las notificaciones por Bluetooth, no hay nada que Pebble pueda hacer para arreglarlo, solamente esperar a que Apple haga algo. Y esto de hecho es una realidad: las notificaciones dejan de funcionar con bastante frecuencia y es necesario ir a la configuración del centro de notificaciones para reactivar, una a una, las aplicaciones de las que queramos ver las notificaciones en el reloj. Aunque Pebble ha dicho públicamente que están tratando de solucionar esto, es posible que sea un problema en iOS y que no puedan hacer nada.

Otro problema similar ocurre con el Caller ID, la funcionalidad que nos muestra quién nos está llamando, y es que en mi caso, y en el de muchos otros usuarios, no vemos el nombre de quien nos llama, sino tan solo el número de teléfono.

Este detalle es sin duda algo a tener en cuenta, aunque en mi opinión, a pesar de los bugs, la integración actual es fantástica.

Funcionalidades que aún no han llegado

Aparte del retraso en el envío de los relojes, Pebble admitió que algunas de las cosas prometidas al principio tardarían en llegar.

  • La integración con el servicio Runkeeper aún no está disponible, aunque parece que llegará pronto, ya que ya la están probando internamente.

  • Por otro lado está la compatibilidad con IFTTT, la cual nos permitirá mandar todo tipo de alertas directamente al reloj solamente con configurarlas en nuestro perfil de if this then that.

  • El anuncio más importante que Pebble aún tiene que hacer es el del SDK o Software Development Kit, el cuál prometieron que estaría disponible antes de que empezara el envío de los relojes, y del que aún no se conocen demasiados detalles. Lo que si sabemos es que a mediados de Abril estará disponible el kit para desarrollar watchfaces (aplicaciones que muestren la hora), pero que será limitado, y no nos permitirá desarrollar aplicaciones completas, con acceso a todas las funcionalidades del reloj, y ahí el límite estaría en la imaginación: calculadoras, calendarios, cronómetros, aplicaciones para medir nuestro sueño… En el foro de Pebble hay varios hilos donde la gente propone posibles aplicaciones. Si tomamos el iPhone como ejemplo, creo que está claro que el impacto que las aplicaciones de terceros podrían tener es muy grande, y no puedo esperar para verlo.

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Conclusión

9/10

Nadie me habría dicho hace un año que volvería a llevar reloj, y sin embargo ahora no quiero despegarme de él. Pebble no resuelve un gran problema que tengamos todos a diario, pero sí hace ciertas tareas más cómodas y, por qué no, más divertidas.

Pebble es el comienzo de muchos cambios; la vuelta de tuerca que nos muestra que no sólo el móvil que llevamos en el bolsillo será la manera de consultar información. ¿Qué vendrá después?