Pasada la fiebre del 3D tanto en el cine como en nuestros televisores parece que, según unos investigadores de HP, tendremos motivos para volver a creer que las pantallas 3D son el futuro. Si hay un problema grande con este tipo de pantallas es la necesidad de usar gafas, las cuales son muy incómodas. Lo ideal sería usarlas sin ellas pero como hemos visto en la Nintendo 3DS, por poner un ejemplo, no es lo más agradable. Los ángulos de visión son nulos y la movilidad se resiente. Hasta ahora, ya que existe un nuevo tipo de pantallas 3D sin gafas que se pueden montar en dispositivos móviles y prometen un ratio de frames bastante aceptable.
Lo que comportaría este tipo de pantallas sería algo como una ventana en nuestra pantalla, la posibilidad de ver objetos más allá de que estén impresos en la pantalla. No podemos esperar nada parecido a lo que vemos en la imagen ya que no se pueden proyectar imágenes a tanta altura pero aun así es un gran avance respecto a las pantallas móviles que veíamos el año pasado.
En esta nueva tecnología el 3D se consigue gracias a la retroiluminación LED, la cual se hace que se difracte en unas bandas de luz muy precisas y que consigue que gracias a ello la imagen pueda ser vista sin problema desde multitud de ángulos.
Los investigadores consiguieron la primera imagen en 2011, la cual era una letra X de 4 mm. flotando 4 mm. por encima de una letra O. En menos de dos años los investigadores han conseguido desarrollar prototipos más avanzados y han logrado emitir video a 30 fps con una resolución de 88 píxeles por pulgada y visible desde 64 puntos diferentes.
También han desarrollado pantallas transparentes que pueden mostrar hasta 6 imágenes 3D visibles desde 200 puntos y con una resolución de 127 ppp, igual que un PC normal. Otra de las ventajas es que su coste de fabricación es muy bajo ya que solo hay que añadir la parrilla difractora a pantallas ya existentes.