La autenticación biométrica es la aplicación de técnicas matemáticas y estadísticas para verificar rasgos físicos o de conducta de un individuo para asegurarnos de su correcta identificación. En esa línea, la empresa norteamericana Microchip Technology ha desarrollado la herramienta de autenticación BodyCom, que utiliza el cuerpo para asegurar aparatos electrónicos y armas de fuego.
La idea de utilizar nuestro cuerpo para verificar nuestra identidad en en el uso de aparatos y herramientas o incluso en nuestra rutina diaria no es demasiado novedosa.
En 2010, por ejemplo, la Universidad Complutense de Madrid solicitó una patente de un sistema de autenticación a través de la córnea. También el investigador norteamericano Chris Harrison, a través de su start-up Qeexo desarrolla sistemas de identificación que diferencien entre los toques de nudillos y los de las yemas de los dedos.
La idea, por tanto, aunque no es completamente nueva, supone un paso más para acercar esta tecnología al mercado. BodyCom, la tecnología desarrollada en este caso, es un sistema de comunicación de corto alcance que usa el cuerpo como cable entre dos puntos.
La novedad que supone este nuevo servicio reside en su menor precio (cuesta entre 3 y 4 dólares), consumo de energía más eficiente y su sencillez. Estos factores, en palabras de Edward Dias, gerente de desarrollo de negocio de la compañía, pueden ayudar a otras empresas a adquirir BodyCom.
¿Para qué podría ser usado este sistema? Uno de los ejemplos claros, que podría tener un gran impacto en el mercado estadounidense, es su uso en las conocidas como pistolas inteligentes. Estas solo podrían ser activadas por el usuario que tuviera la capacidad de autenticarse, algo que ya están considerando varios legisladores norteamericanos.
BodyCom también podría utilizarse como una buena medida de seguridad. Esto se debe a que es un sistema acoplado al cuerpo humano, es decir, se encuentra en el punto intermedio entre la transmisión de una determinada señal (de 125 kilohercios) y una estación base. Por ello, BodyCom podría usarse, por ejemplo, para abrir nuestra puerta de casa, ya que tan solo haría falta tocar el pomo de la cerradura para que se activara.
Una empresa italiana ya utiliza este sistema en seguridad vial. Con este objetivo, se asegura de que los motociclistas no puedan arrancar sin el casco puesto. La transmisión de la señal en este caso se realiza desde el propio casco del motorista, situándose la estación base en el manillar de la moto. La señal no será transmitida hasta que el individuo no tenga puesto correctamente el casco, en ese momento pasará por el cuerpo del motorista, y podrá arrancar la moto.
En otras palabras, asistimos al nacimiento de un nuevo sistema de identificación con muchas posibilidades futuras, con un funcionamiento más inteligente y rápido que los ya existentes.