Desde hace unas horas y a través de una sentencia del Tribunal de Apelación en Nueva Zelanda a su favor, el magnate Kim Dotcom podrá demandar a la agencia gubernamental del país junto a la policía por espionaje ilegal en el caso que acabó con el cierre de Megaupload. Además, los abogados del magnate piden que se entregue toda la información recogida.
Dotcom, junto a sus socios Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk se están defendiendo actualmente de las acusaciones de violación masiva de derechos de autor, piratería online y lavado de dinero en el caso contra Megaupload.
En el 2012, el Tribunal Superior de Justicia en Nueva Zelanda había aceptado la petición del magnate para demandar y pedir una indemnización a la agencia del gobierno (Government Communications Security Bureau, GCSB), junto a la policía. Una petición de demanda que poco después fue impugnada por el Fiscal General.
Meses más tarde se supo que el GCSB había actuado de forma ilegal espiando a Dotcom antes de la famosa redada en su mansión, una actuación que se ejecutó tras la presión del FBI, quienes buscan la extradición para que pueda ser juzgado en Estados Unidos por infracción de los derechos de autor. La ilegalidad existía porque según las leyes en el país, solamente se puede espiar a extranjeros y no a residentes.
Finalmente y desde hace unas horas, el Tribunal de Apelación ha resuelto que el GCSB se añadirá a la causa, lo que permitirá que la demanda del magnate sea escuchada en la audiencia que tendrá lugar en el mes de abril.
En la actualidad, Estados Unidos ha acusado a Megaupload y sus fundadores de causar una pérdidas millonarias a la industria del cine y la música de más de 500 millones de dólares. Mientras que el país busca juzgar al magnate bajo suelo estadounidense, ahora Dotcom podrá demandar y buscar una indemnización contra las agencias y policía de Nueva Zelanda.