El pasado viernes, horas antes de la anunciada aproximación del asteroide 2012 DA14 a la Tierra, un suceso recorría el mundo entero gracias a Internet: la caída de un meteoro en la región rusa de los Urales. La caída de este meteoro, que explotó en la atmósfera liberando una energía equivalente a 30 veces la bomba de Hiroshima (según ha revelado la NASA), se ha convertido en un suceso muy mediático que, gracias a las cámaras de los ciudadanos de esta región de Rusia pero, si echamos un vistazo atrás en el tiempo, los datos nos revelan que este tipo de fenómenos se han dado con cierta frecuencia a lo largo del tiempo y uno puede encontrar curiosos datos y situaciones relacionadas con la caída de meteoros y meteoritos a la Tierra.
Antes de entrar en materia, es importante señalar la diferencia entre un meteoro y un meteorito, un detalle importante que nos señalaba hace un par de días nuestro compañero Genaro Grajeda a través de Twitter. Se denomina meteorito al fragmento que impacta sobre la superficie de la Tierra y, sin embargo, meteoro es la roca que llega a nuestro planeta procedente del espacio y se desintegra o explota durante la entrada en la atmósfera.
¿Es normal la caída de un meteoro o un meteorito sobre la Tierra?
Aunque el fenómeno del viernes haya aparecido en los medios como un hecho insólito, es importante tener en cuenta que cada año se suceden un buen número de avistamientos de meteoros en todos los rincones del planeta y, solamente unos pocos de estos meteoros, se materializan en meteoritos que luego pueden ser rescatados y catalogados por los científicos.
Para hacernos una idea, en lo que va de año 2013 (y tampoco es que llevemos mucho tiempo), la American Meteor Society ha catalogado alrededor de 420 avistamientos en Norteamérica, un interesante registro en el que podemos geolocalizar los avistamientos y las trayectorias seguidas por los meteoros en esta zona del planeta y, con respecto a meteoritos, según algunos estudios, en una superficie de 300.000 kilómetros cuadrados caerían en un año unos 17 meteoritos de un peso inferior a 100 gramos, 3 que rondarían el kilogramo y uno cada dos o tres años que superan los 10 kilogramos de peso.
¿Son los meteoritos un factor de riesgo para la vida en la Tierra?
Viendo esta pregunta, quizás alguien vea la respuesta bastante clara si tenemos en cuenta lo que le sucedió a los dinosaurios; sin embargo, en términos de estadística y probabilidades, los números parecen jugar a nuestro favor y películas como Deep Impact, afortunadamente, podrían seguir siendo únicamente ficción.
Según los datos publicados por el astrónomo Alan Harris, la probabilidad de morir víctimas del impacto de un asteroide es de 1 entre 700.000 pero, a pesar de que los números estén a nuestro favor, es importante tener en cuenta algunos detalles:
La llegada de un gran asteroide, al estilo de Deep Impact o Armageddon, es muy escasa pero, de suceder, un asteroide de 10 kilómetros de envergadura que impactase sobre la Tierra sería capaz de asolar el planeta. Afortunadamente este tipo de sucesos, según los cálculos, ocurren cada 100 millones de años es, decir, pasándolo a probabilidades, 1 frente a 1,5 millones.
Un impacto algo más pequeño tendría una probabilidad 1.000 veces mayor de suceder (cada 100.000 años aproximadamente) aunque no asolaría todo el planeta sino que "solamente" al 0,1% de la población.
Entonces, ¿es probable morir por el impacto de un meteorito? Según algunos datos, si lo comparamos con la probabilidad de morir en un accidente de aviación o en un ataque terrorista, el meteorito podría ser más probable pero, de todas formas, no debe cundir el pánico ni tampoco formar un revuelo (como el que armaron algunos políticos rusos sobre la creación de una alianza global para la defensa de la Tierra frente a los meteoritos) porque es más probable morir en un accidente provocado por unos fuegos artificiales que por el impacto de un meteorito, de hecho, existe la misma probabilidad que morir en una atracción de un parque temático o un parque de atracciones.
De todas formas, aunque los números jueguen a nuestro favor, el impacto de un meteorito en una zona poblada puede provocar daños personales y materiales que pueden ser cuantiosos y, de hecho, el meteoro del viernes en Rusia provocó rotura de múltiples cristales y, derivado de ello, un millar de heridos.
Los países con mayor actividad registrada
Dejando a un lado el impacto del meteorito que terminó con los dinosaurios, los registros más antiguos de caídas de meteoritos se remontan al siglo XV de nuestra era y, solamente, registran la caída de 4 meteoritos sobre nuestro planeta aunque, lógicamente, caerían unos cuantos más aunque no fuesen catalogados en ningún sitio. De hecho, se tiene constancia de la caída de alrededor de 1100 meteoritos de gran tamaño sobre nuestro planeta de los que alrededor de 180 han caído en los últimos 30 años donde Asia, África y Norteamérica son las zonas geográficas que mayor actividad ha registrado.
Concretamente, Estados Unidos se sitúa a la cabeza como el país que mayor número de meteoritos ha visto impactar en su territorio (algo más de 140), seguido de India (con más de 125), Francia (unos 63), China (58), Rusia (47), Japón (42), Alemania y Ucrania (con 32 cada uno), Italia (31) y Argentina (24); lógicamente, hablamos de meteoritos, es decir, objetos procedentes del espacio que han atravesado la atmósfera sin desintegrarse por completo o explotar y que, por tanto, sus fragmentos han impactado sobre la superficie de la Tierra dejando fragmentos de gran tamaño.
Teniendo en cuenta que este tipo de actividades se basa en las observaciones y en la colaboración de los aficionados (que reportan este tipo de sucesos), seguramente se hayan producido un mayor número de impactos y estos no hayan sido registrados porque el tamaño de los objetos haya sido muy pequeño o hayan caído en zonas despobladas y, si además, le sumamos los meteoros que llegan a la Tierra y se desintegran en la atmósfera, el número es mucho más grande.
Y, con la idea de asimilar toda esta información de manera más visual, en CartoDB podemos encontrar Meteoritessize un mapa en que están marcados todos los puntos del planeta en los que se ha documentado la caída de algún meteorito.
Algunos casos curiosos
Además de lo acontecido en Rusia a finales de la semana pasada, existen otros casos de meteoros y meteoritos documentados que también generaron bastante impacto en los medios, sobre todo, los que se han dado en el siglo XX en zonas pobladas.
Hace algún tiempo hablamos del Meteorito Sylacauga (1954), el primer impacto documentado sobre un ser humano. Ann Elizabeth Hodges, que dormía plácidamente en el sofá de su casa de Oak Grove (Alabama) se llevó un golpe en el costado por culpa de un meteorito que atravesó el techo de su casa y rebotó sobre una pared para impactar sobre su cuerpo.
Algunos años antes, en 1911, un perro fue volatilizado en Nakhla (Egipto) por culpa de un meteorito que le cayó el 28 de junio a las 9 de la mañana y que tenía su origen en Marte 1.300 millones de años antes del suceso. Por cierto que los fragmentos de este meteorito se muestran en el Smithsonian de Washington D.C.
En septiembre de 2007, en el Departamento de Puno en Perú cayó un meteorito de que formó un cráter de 30 metros de diámetro y 6 metros de profundidad, algo parecido a lo que sucedió en Turkmenistán en el año 1998 o en Bashkortastán (Rusia) en mayo de 1990 (donde cayó un meteorito de 315 kilogramos de peso.
Sin embargo, uno de los fenómenos que más ríos de tinta han generado es, sin duda, el evento de Tunguska (Siberia Oriental) del año 1908 (al cual se hace un guiño en The X-Files). El 30 de junio de 1908, un objeto incandescente sobrevoló este territorio de Siberia y la onda expansiva de este meteoro derribó alrededor de 40 kilómetros de bosque y afectó a varias poblaciones de la zona en un fenómeno similar a la explosión de una bomba nuclear que se atribuye a un cometa al igual que el Evento de Vitim que también ocurriría en Sibera pero en el año 2002.