Casi medio año después de su espectacular revelación, Google, está a punto de enviar la primera remesa de sus dispositivos de realidad aumentada Google Glass a los desarrolladores de software. Desarrolladores que tendrán que pagar $1.500 por el privilegio de recibir una de las primeras versiones prototipo de estas gafas digitales, cuya venta al público se espera para el año 2014.

La realidad aumentada de Google Glass es básicamente una mezcla de tres procesos tecnológicos: localización (GPS, WiFi), seguimiento (brújula, giroscopio, acelerómetro) y la visión (pantalla táctil, baterías). Estos tres procesos requieren mucha energía, especialmente en el campo de visión cuyas baterías colocadas detrás de la oreja derecha deben tener una buena duración y a la vez no ser muy pesadas.

En teoría, el vídeo original de Google Glass nos intenta introducir finalmente en una nueva era de computación que ha sido investigada durante años por Microsoft, Sony u otras compañías que han logrado incorporar estás tecnologías en el equipamiento de los soldados del ejercito estadounidense.

Pero fuera del círculo de las grandes compañías, el investigador de inteligencia artificial Rod Furlan, ha logrado crear, gracias a sus conocimientos, su propio prototipo rudimentario de gafas digitales.

YouTube video

Si Google, una empresa que tradicionalmente se ha dedicado al mundo del software, ha sido de capaz de comenzar a desarrollar este dispositivo, significa que los componenentes están disponibles en el mercado, por lo que todo aquel que quiera puede seguir el ejemplo de este atrevido investigador.

La mayoría de los componenetes necesarios para este sistema de tipo cristal, es muy similar al que podemos encontrar en un smartphone, como procesador, acelerómetros, cámara o interfaces de red. El verdadero reto de este proyecto es embalar todos estos componentes en un sistema portátil que pueda presentar las imágenes cerca de nuestros ojos.

Para ello, necesitamos una micro pantalla de unas 0,5 pulgadas en diagonal con una resolución de al menos 320 x 240 píxeles que podrá ser encontrada en webs de suministros a nivel global.

Para contruir un dispositivo como el de Google Glass, podemos adquirir pantallas de vídeos capaces de ser montadas en gafas elegantes y poco voluminosas como las Myvu Cristal, un dispositivo que incorpora un sistema óptico inteligente con pantallas laterales.

Prototipo Google Glass

Una vez hayamos probado varios tipos de gafas y tengamos la seguridad de que se asientan bien todos los elementos, el siguiente paso en la adquisición del ordenador de a bordo. La opción obvia es la de un smartphone con salida anlógica de vídeo, algo como un iPhone, iPod Touch o algunos de los smartphones de Android. Pero dadas sus dimensiones, es evidente que la opción de ser montados en nuestra cabeza no es viable, por lo que lo tendríamos que tener guardado en uno de nuestros bolsillos y conducirlos hasta nuestra micro pantalla a través de un cable.

Por último, para agregar la opción a nuestro dispositivo de grabar vídeos y que se comunique con nuestro Smartphone a través de WiFi o Bluetooth, podemos usar la cámara Looxcie Bluetooth, que es lo suficientemente pequeña como para ser montada al lado del marco una vez hayamos desechado su carcasa de plástico.

El mundo de Rod Furlan cambió desde el primer día tras llevar este, su prototipo. Por este motivo, el apasionado investigador está trabajando en una segunda versión que permitirá tener un mayor control sobre la cámara. Por supuesto, estas gafas digitales serán más rudimentarias y menos elegantes que las del gigante Google.

El objetivo de este investigador ha sido demostrar que con trabajo y ciertos conocimientos técnicos la realidad de las Google Glass está más cerca de lo que podemos pensar.

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