El Dr Eben Alexander sufrió una meningitis que le tuvo cerca de la muerte. De aquella experiencia ha escrito un libro Prueba del Cielo y ha sido portada de la revista Newsweek. El propio Dr hace un resumen de su libro. Como es lógico, ha recibido un aluvión de críticas escépticas (1), (2), (3).
El recurso a la autoridad es un conocido sesgo cognitivo. Quito o doy valor al razonamiento dependiendo de lo que diga una autoridad en la materia más que al razonamiento en sí. Si hablo de experiencias mentales, si me refiero a un coma, si se trata de alguien al borde de la muerte, ¿quién mejor que un médico para hablar de ello? Y si se trata de un neurocirujano mejor aún. Aunque lo que diga sea un completo despropósito
Es lo que ha ocurrido con el Dr Eben Alexander, profesor de Harvard. Sufrió una meningitis en 2008 que le tuvo en coma una semana. Durante esta semana vivió en un lugar maravilloso y despertó convencido no solo de que el cielo existe, sino de que tiene las pruebas.
Las experiencias cercanas a la muerte tienen su propia jerga. Son las NDE (near-death experience) y los que las experimentan son los NDE-ers. En general cabe decir que vienen más del cielo que del infierno. Pero tanto en uno como en otro se cumplen las expectativas: en el cielo hay nubes y ángeles y en el infierno hay llamas.
El neurocirujano explica su experiencia:
Comenzó mi aventura en un lugar especial, más alto que las nubes, inconmensurablemente superior. Había criaturas. ¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras han sido escritas más tarde, cuando estaba pasando a limpio mis impresiones. Pero ninguna palabra hace justicia a los seres que vi, que sencillamente eran formas superiores, diferente a todo lo que he conocido en este planeta.
El viaje lo realizó acompañado por una mujer que le dio tres mensajes:
Sois amados y apreciados, queridos, para siempre. No tienes nada que temer. No hay nada que puedas hacer mal
De modo que el doctor estuvo en un coma debido a una meningitis y vio el cielo, un cielo en el que había nubes y ángeles. Y ha escrito un libro que se venderá muy bien.
El doctor pretende que su actividad cortical era nula, algo así como que lo que vivió no era fruto de su cerebro.
Antes de mi NDE, estaba muy claro para la neurociencia que el cerebro te da la conciencia y todo lo demás, y que cuando el cerebro muere desparece la conciencia, el alma y la mente. Ahora, después de haber estado en coma, puedo decirte que eso es equivocado y que de hecho, la mente y la conciencia son independientes del cerebro. Es muy difícil de explicar si te limitas a tener un punto de vista materialista
Vaya, vaya. Desde que en el S. XIX Franz Gall postulo la idea de que "El cerebro es el órgano de la mente" dando paso a la moderna neurociencia, ningún especialista había dicho tamaña aberración. Claro que es difícil de explicar.
De modo que el Dr Eben Alexander, que se confiesa cristiano, tuvo una meningitis. A consecuencia de ello estuvo en coma. En este coma, en el que su cerebro estaba apagado vio ángeles. Ello prueba para él que el cielo existe. Después toma apuntes de lo que vivió. Y con los apuntes escribe un libro.
O bien...
El Dr Eben Alexander, cristiano, tuvo una meningitis que le llevó al coma. Somos incapaces de interpretar lo que sucede en el cerebro en una situación excepcional como la infección por una bacteria del mismo modo que estamos muy lejos de explicar los sueños. Su cerebro, afectado, tuvo un comportamiento errático. Al despertar, reconstruyó su experiencia. Pero si algo sabemos es que la memoria es poco fiable. Más aún después de una semana en coma. Posiblemente inventó (a veces de forma consciente y a veces de forma inconsciente) la mayoría de lo que narra. Que por cierto, hubiera sido muy distinto si él hubiera sido musulmán (¿72 vírgenes?). Y apela a su condición de neurocirujano para dar autoridad a sus afirmaciones. Y pretende vender muchos libros (seguro que lo hará). Para lo cual habla de cosas tan manidas y naive como nubes y ángeles.
Ser creyente es una opción personal. Pero tomarle el pelo a la gente apelando a la condición de neurocirujano es una infamia.