Hoy seguimos viendo las posibilidades del blanco y negro en el entorno digital, pero fijándonos en los métodos más eficaces. La clave está en conseguir el archivo con más información desde un punto de vista técnico. Para conseguir un blanco y negro de calidad tenemos que seguir las mismas premisas de siempre: RAW y exponer a la derecha. Partiendo de aquí empezaremos por el buen camino para luego poder trabajar por zonas, como se hacia en el laboratorio. Y además tenemos una salvación si, a pesar de todo, hemos disparado en jpeg.
- Modo Lab: es el método más limpio y eficaz si queremos evitar el ruido, pues evitamos totalmente toda la información de color. El resultado recuerda a pasar directamente a escala de grises, pero aquí conservamos más información. En Imagen>Modo>Color Lab cambiamos la forma de distribuir la información en los canales. En la paleta Canales marcamos sólo el canal Luminosidad y descartamos los demás.
- Mezclador de canales: a través de esta opción el fotógrafo tiene la posibilidad de regular la presencia de los tres canales en la imagen final. Es la manera digital de trabajar con los filtros de colores que antes se utilizaban en el momento de la toma, solo que con más control y precisión que entonces. Para conseguir el efecto del filtro amarillo, que se utilizaba en las fotografías otoñales, ponemos en el canal Rojo 60, en el Verde 28 y en el Azul 12.
En Imagen>Ajustes>Mezclador de canales, o en Capa>Nueva capa de ajuste>Mezclador de canales podemos ir a esta opción. Hay que cumplir dos requisitos. En primer lugar marcar la casilla Monocromo para poder observar los cambios en blanco y negro; y en segundo lugar el porcentaje total entre los tres filtros siempre debe sumar 100, para evitar una pérdida de brillo.
Además, si conocemos los parámetros, podemos llegar a simular los resultados de las películas clásicas de blanco y negro con absoluta fidelidad. Por ejemplo, para recrear la mítica Tri-X, de la herida en combate contra la crisis, Kodak, basta con poner en el canal Rojo 25, en el canal Verde 35 y en el Azul 40.
Si no tenemos intención de virar la copia, un proceso que daba mayor estabilidad temporal a la copia y conseguía unos tonos inolvidables -siempre que estuviera bien hecho- hay que acordarse de pasarla, una vez transformada, a Escala de grises, para no mantener información que ya no vamos a utilizar. Este proceso, el mezclador de canales, ayuda a elevar el contraste y diferencia entre las distintas zonas de la imagen. Permite, por ejemplo, separar las nubes del cielo de una forma rápida o aclarar las copas de los árboles...En definitiva facilita el trabajo posterior.
- Filtro Blanco y negro en Photoshop: esta opción disponible desde el Photoshop CS3, accesible desde Imagen>Ajustes>Blanco y negro (alt+mayus+ctrl.+B). Es una versión mejorada de Mezclador de canales, pues además de poder manipular los tres canales habituales, podemos modificar los secundarios. En principio es una ventaja, pero puede volverse mucho más complicado al tener más posibilidades. También permite virar directamente el archivo, pero es una opción que no recomendamos usar, por haber procesos mejores.
- Desaturar en Adobe Camera RAW: este proceso, que afecta directamente al RAW, es el que se venía utilizando con más frecuencia en entornos profesionales hasta la irrupción de Photoshop CS3. El tratamiento es el habitual de ACR, con la única salvedad de modificar Saturación a –100. Al abrir la fotografía en Ps, hay que acordarse de cambiar el modo a Escala de grises. Es un resultado más limpio y con toda la información intacta para trabajar. Además. aunque no conseguiremos los mismos resultados, podemos trabajar con un jpeg en ACR, desde la versión CS3.
- Escala de grises en Adobe Camera RAW: esta es la última novedad en el tratamiento de fotografías monocromáticas, y lo que justifica el cambio a las nuevas versiones de Ps. Es una de las pestañas de ACR. Permite pasar directamente un archivo a escala de grises y trabajarlo a través de un mezclador de canales de ocho filtros, alcanzando una precisión sin igual. Desde luego que no hace falta manejar los ocho deslizadores, pero podemos utilizar el filtro naranja o amarillo para aclarar los rostros de las personas que se hayan puesto al alcance de nuestro objetivo. El grado de acabado es muy alto y puede dar lugar a una foto totalmente terminada. La única precaución es no usar valores extremos por el riesgo de posterizar la imagen. Este procedimiento es idéntico en Adobe Lightroom.
De todas formas, en la mayoría de los casos, todos estos procesos son un punto de partida para conseguir la foto que estamos buscando. Ahora es cuando toca trabajar la imagen con las ya consabidas reservas y quemados, que es lo que vemos al comienzo del artículo. Una vez terminada la foto, la guardaremos en nuestro archivo con la sensación de tener el mejor archivo posible desde un punto de vista técnico. Si somos unos nostálgicos podemos añadir ruido con Filtro>Ruido>Añadir Ruido en torno al 3-4%. Sólo nos queda hacer buenas fotos. La técnica sin una buena base no sirve de nada.