Prácticamente todo el mundo tiene asumido que los guionistas de cine y televisión suelen tomarse ciertas licencias a la hora de escribir o adaptar sus historias para potenciar el dramatismo o que una historia nos parezca mucho más épica o espectacular. Este tipo de licencias, ya sean históricas, científicas o técnicas, suelen ser objetivo de críticas por parte de los colectivos más sensibles por éstas, es decir, los que ven en la gran pantalla alguna "barbaridad" que toca de lleno su ámbito de trabajo o especialidad. Un grupo de estudiantes especializado en Ciencias Físicas ha publicado un curioso artículo que desmonta Armageddon, la película de Michael Bay protagonizada por Bruce Willis en la que detienen un meteorito que va a impactar contra la Tierra mediante la detonación de una bomba nuclear.
En 1998 dos películas de "cine de catástrofes" coincidieron en la misma temática: el impacto de un meteorito contra nuestro planeta y los esfuerzos para detener tal catástrofe. Tanto en Armageddon como en Deep Impact, Estados Unidos ("como no podría ser de otro modo") ponía en marcha misiones para detonar bombas nucleares sobre los meteoritos y evitar el desastre. Sin embargo, esta solución planteada en ambas películas se viene abajo (lo cual era de esperar porque para eso es ficción) tras el análisis matemático planteado por tres estudiantes de doctorado del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Leicester.
En su artículo, estos estudiantes ponen de manifiesto que la bomba nuclear necesaria para haber conseguido desviar el meteorito de la película Armageddon tendría que haber sido extremadamente potente y el hombre, hasta ahora, no ha construido ninguna así. De hecho, comparan la bomba con la más potente conocida por el hombre, la temible Big Iván soviética (de 50 Megatones), para llegar a la conclusión que hubiese hecho falta una bomba mil millones de veces más potente.
Basándose en un modelo matemático para caracterizar el asteroide de la película (tamaño, densidad, velocidad de desplazamiento y distancia con respecto a la Tierra) basándose en datos de la película, el grupo de estudiantes llegó al curioso resultado de que hubiese hecho falta liberar 800 billones de Terajulios de energía (Big Iván liberó una energía de 418.000 Terajulios). Dicho de otra forma, con el arsenal de armas actual, hubiese sido necesario detonar la bomba en el Cinturón de Kuiper (entre Neptuno y Plutón) para que la energía liberada hubiese desviado al asteroide de su trayectoria directa a la Tierra.
Disfruté mucho viendo Armageddon pero recientemente empecé a pensar si el argumento se sostenía desde un punto de vista científico. [...] Los directores intentan hacer las películas con cierta precisión científica pero cuando encuentran ciertos problemas suelen recurrir a licencias científicas para hacer las películas más interesantes o impactantes para el espectador
De hecho, para incidir aún más en los errores de la película, el equipo tomó como referencia al Telescopio Espacial Hubble para mostrar que ese instrumento habría detectado al meteorito a 12.870 millones de kilómetros de distancia aunque habría sido imposible desplazar a Bruce Willis y su equipo hacia ese lugar y, por tanto, no habría sido posible salvar a la Tierra...
Está claro que el cine es entretenimiento pero, desde luego, hay que reconocer que el estudio que han publicado es bastante curioso.