Una de las piezas más importantes del arsenal de Estados Unidos es su flota de drones, es decir sus aviones no tripulados, que se usan en misiones de espionaje, observación o ataque en todos los escenarios en los que Estados Unidos está presente. Dentro de esta flota de drones, uno de los más llamativos es el RQ-170, un avión supuestamente indetectable que sin embargo fue hackeado y atrapado en Irán y, claro está, al verse comprometida esta tecnología no les queda otro remedio que buscar alternativas. Hace tiempo que DARPA trabajaba con insectos para insertarles sensores y evaluar su uso como dispositivos espía, algo en lo que también trabajan otros centros de investigación. Parece que, según los rumores que circulan, la Fuerza Aérea de Estados Unidos también estaría caminando por esta senda y trabajaría en el desarrollo de drones-insecto.
Aunque aún no hay nada confirmado, parece que el Departamento de Defensa habría asignado una importante partida prespuestaria para desarrollar drones en miniatura que puedan usarse en tareas de vigilancia y espionaje y pasar desapercibidos, algo así como una especie de "escuadrón-enjambre" de moscas o abejas. Con ciertas reminiscencias que nos hacen recordar a la serie X-Files y las abejas que se usaban para propagar la cepa extraterreste, la información que se mueve por la red apunta a un proyecto muy real en el que estarían implicados la Universidad Johns Hopkins y la Oficina Científica de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Estos MAV (micro vehículos aéreos) tendrían como objetivo la infiltración en zonas urbanas en las que haya grandes concentraciones de edificios y población, lugares en los que sería imposible hacer volar a un UAV tradicional porque llamaría poderosamente la atención.
¿Y qué tipo de sistemas podrían portar estos insectos-robot? La información circulante es escasa y, básicamente, todo está sin confirmar y basado en rumores pero se comenta que estarían provistos de cámara y micrófono para realizar grabaciones de audio y vídeo. De hecho, algunas visiones algo "más conspirativas" apuntan que estos insectos podrían usarse en tareas más ofensivas e inocular virus o tomar muestras de sangre de otras personas (puesto que estarían diseñándose para imitar perfectamente a los insectos, su forma de volar y de posarse sobre la piel humana).
¿Realidad o ficción? La verdad es que Estados Unidos y el Departamento de Defensa llevan tiempo trabajando con este tipo de sistemas y no sería raro pensar que esta investigación se esté llevando a cabo; de hecho, también están probando con otros seres vivos (como los caracoles) y países como Israel también trabajan en pequeños drones que puedan desplegar por el interior de los edificios, por tanto, parece que este tipo de sistemas está mucho más cerca de lo que podríamos pensar.