La fotografía de paisaje, si no es ejecutada correctamente, es monótona. Hemos visto miles de veces paisajes infinitos, horizontes que se pierden más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y siluetas de edificios que recortan la luz del sol. Son esas fotografías que una vez que viste solo una, ya las has visto todas.
Benoit Paillé tuvo un acercamiento bastante particular a este tipo de fotografías: en vez de retratar los paisajes tal como son, suspendió un bloque cuadrado de luz, que sumergía toda la escena en un ambiente místico y extraño, con ese sol cubico centrado perfectamente.
Según palabras del autor, no hay ningún tipo de Photoshop involucrado en las piezas, como si fuese algún tipo de crimen o mal karma. Cierto o no, la idea es muy original y rompe con lo que estamos acostumbrados.
A continuación encontrarás una pequeña galería con sus fotografías, pero si quieres más no dejes de visitar su Flickr.