Una de las demandas de derechos de autor más famosas es la que se libra desde hace muchos meses entre la industria de la música a través de la RIAA y LimeWire. La RIAA presentó una demanda de miles de millones de dólares en daños y perjuicios por infracción del copyright por distribuir en la plataforma más de 11.000 canciones con derechos de autor. La juez del caso ha rechazado la petición tildando la demanda de "absurda" ya que "supondría más dinero que el conseguido por la industria desde la invención del fonógrafo".
Se trata de la segunda ocasión en la que Kimba Wood rechaza las peticiones de la industria, peticiones que se resumían en una demanda al servicio de intercambio de archivos de 150.000 dólares por cada caso de descargas (unas 11.000 canciones).
Lo más curioso en esta ocasión es que Wood no ha dudado en tildar la demanda de absurda. Según la juez, el punto de vista de los demandantes sólo atañe al canon por lo que las interpretaciones legales carecen de razón.
No sólo eso, Wood dictaminó en una sentencia de 14 páginas que:
Si los demandantes pueden ejercer su teoría del daño legal basado en la cantidad de infracciones directas por cada pieza con derechos de autor, los daños y perjuicios en el caso podrían llegar a los billones de dólares.
Las demandas de las discográficas supondrían más dinero que todo lo que ha hecho la industria desde la invención del fonógrafo de Edison.
La sentencia tiene su origen en el pasado otoño, momento en el que Wood ordenó a LimeWire a cesar de toda actividad ilícita tras las demandas de la RIAA por infracción masiva del copyright. En ese momento se puso en marcha una demanda en nombre de las principales discográficas alegando que durante cuatro años la industria perdió millones de dólares por culpa de la plataforma.
Se pedía que las más de 11.000 pistas con copyright fueran indemnizadas de manera individual, de forma que cada descarga "no autorizada" fuera multada. Petición que ahora ha sido rechazada por absurda.