En septiembre de 2010, las desavenencias entre la comunidad de desarrolladores de OpenOffice y Oracle, que se había hecho con las riendas del proyecto tras adquirir Sun, provocaron la marcha del núcleo de desarrolladores y éstos fundaron The Document Foundation para continuar trabajando en una suite ofimática libre que continuaba el trabajo de OpenOffice. LibreOffice, que es el nombre que tomó este fork, se ha consolidado como una potente alternativa libre a Microsoft Office y en el mes de febrero se lanzó la versión 3.5 y frente a la actividad de LibreOffice, el proyecto de OpenOffice se estancó y Oracle lo entregó a la incubadora de Apache Software Foundation y la fundación anunció que 2012 sería el año en el que OpenOffice volvería con una nueva versión algo que, hoy mismo, se acaba de cumplir.
OpenOffice 3.4.0, que ya se puede descargar, es la primera versión estable de OpenOffice que se realiza bajo el auspicio de la Apache Software Foundation y trata de dar continuidad al proyecto desde que éste se congelase en enero de 2011 con la versión 3.3.0. OpenOffice 3.4.0, además de corregir algunas incidencias con respecto a su antecesora, incluye algunas novedades como la traducción a 15 idiomas, mejoras en el soporte al estándar ODF, nuevas funcionalidades en las hojas de cálculo (incluyendo tablas dinámicas), mejoras en los gráficos de Calc y algo que, seguramente, muchos usuarios noten enseguida puesto que se ha mejorado la velocidad de arranque de la aplicación. Además, se completa el círculo gracias a 2.300 plantillas y 800 extensiones disponibles.
¿Y ahora qué? La verdad es que lo primero que se me viene a la cabeza es que la coexistencia de OpenOffice 3.4.0 junto a LibreOffice 3.5 (la versión 3.6 se lanzará el próximo mes) podría resultar algo compleja puesto que, en este tiempo, la suite ofimática de la Document Foundation se ha posicionado muy bien y se incluye en las últimas versiones de Ubuntu y de SUSE, además de contar con el apoyo de Intel, un terreno que OpenOffice ha perdido y que, quizás, sea complicado de recuperar. De todas formas, Apache OpenOffice no nace muerto y, seguramente, existirá un beneficio mutuo entre ambos proyectos compartiendo funcionalidades, además Apache OpenOffice cuenta con el apoyo de compañías como IBM que lo utilizan como base para productos como IBM Lotus Symphony y, derivado de este uso, también se realizan aportaciones al propio OpenOffice.
Desde la Document Foundation han expresado su alegría con la noticia pero, aparentemente, no se aprecian signos que vayan a terminar con esta escisión. He de reconocer que hace tiempo que me cambié a LibreOffice y estoy bastante contento con el cambio, por lo que a corto plazo no creo que me plantee ningún tipo de cambio. ¿Y vosotros? ¿Con cuál de las dos suites os quedaréis? ¿LibreOffice u OpenOffice?