Suele ser habitual encontrar, al lado de las zonas de reprografía o impresión de cualquier oficina, una papelera para el reciclaje de papel que suele estar repleta de papeles impresos por error, folios que se imprimieron para una reunión o papeles se enviaron a imprimir y la persona que envió le trabajo olvidó recogerlos. Ahora que muchas empresas están ajustando los costes de estructura para recortar gastos, el gasto en impresión y en papel es uno de los puntos que muchas empresas revisan, tanto desde el punto de vista económico como de la protección del medio ambiente. Pensando en el ahorro del papel, un equipo de la Universidad de Cambridge ha estado trabajando en una "anti-impresora" capaz de borrar un papel impreso, mediante una impresora láser, para que sea reciclado en la propia oficina y se pueda volver a utilizar.

Típicamente, en una impresora láser, como su nombre indica, se utiliza un láser para ionizar con una carga positiva las zonas del papel en las que se va a imprimir y sobre las cuales se proyectan partículas de tóner que están cargadas negativamente y se ven atraídas a dichas zonas; luego, mediante el fusor de la impresora, se calienta el papel y se adhiere la tinta a éste, dando a su salida un papel impreso. En el caso de la anti-impresora, se utiliza un láser que dispara pulsos de luz, de unos picosegundos de duración, que sirven para desprender el tóner sin estropear el papel. Usando un láser de luz verde, el haz es absorbido por el tóner (de color negro) calentándolo hasta que las partículas de tinta se desprenden pero, sin embargo, esta luz pasa por la celulosa del papel sin alterar su estructura.

El trabajo ha sido realizado por David Ricardo Leal-Ayala y J. M. Allwood del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Cambridge en colaboración con M. Schmidt e I. Alexeev del Lehrstuhl für Photonische Technologien (Instituto de Tecnología Fotónica) de la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nuremberg y se ha publicado en la revista Proceedings of The Royal Society.

¿Qué utilidad puede tener un sistema así? Para empezar, esta impresora podría ahorrar toneladas de papel en empresas y administraciones públicas y, por tanto, se podrían evitar emisiones de carbono relacionadas con la industria papelera (además de los árboles que se salvarían de la tala). ¿Y el reciclaje del papel no hace eso ya? Sí, ese es uno de los objetivos del reciclaje del papel pero el proceso de reciclado también deja una huella de carbono (emisiones de CO2) de su propia actividad que no es nada despreciable. Precisamente, la anti-impresora de Cambridge genera la mitad de emisiones de CO2 (huella de carbono procedente de su consumo eléctrico) que el reciclaje del papel en la industria convencional pero, a día de hoy, quizás estemos algo lejos de poder alcanzar esta tecnología en un circuito comercial.

Una fuente de luz láser capaz de emitir pulsos del orden de picosegundos es algo que, por ahora, está al alcance de unos pocos centros de investigación y, por tanto, es complicado que se puedan desarrollar dispositivos comerciales que puedan emplazarse en las oficinas a corto plazo. Aún así, es un invento bastante interesante.