Ha sido gracias al trabajo de varios investigadores de la Universidad de Tecnología en Viena. El desarrollo de un método en impresoras 3D para la fabricación de esculturas con estructuras tan pequeñas como un grano arena en un tiempo récord (5 metros en 1 segundo), abre nuevos campos de aplicaciones donde la medicina puede resultar la gran beneficiada.
El vídeo con el que abrimos es un ejemplo de lo conseguido. Podemos observar el proceso de impresión 3D a tiempo real. Un mecanismo de control extremadamente rápido conectado al haz de láser que produce hasta 100 capas y que consta de aproximadamente 200 líneas individuales cada uno. Todo en tan sólo cuatro minutos.
Para ello, los investigadores utilizaron la técnica conocida como litografía de dos fotones. Los científicos austríacos desarrollaron una impresora 3D de alta precisión capaz de producir objetos de tamaño nanométrico con formas que iban desde coches de carreras hasta catedrales y puentes en cuestión de minutos. Nunca antes se había alcanzado estos tiempos en dispositivos similares.
¿Cómo? Cuentan que este modelos súper rápido de nan0-impresora utiliza una resina líquida que se endurece en aquellos lugares correctos por un haz de láser enfocado. El punto focal del rayo láser es guiado a través de la resina por espejos móviles. El resultado final es una escultura detallada de tan sólo unas micras de longitud.
Según el profesor Jürgen Stampfl, de la Universidad de Viena:
Hasta ahora, esta técnica solía ser bastante lenta. La velocidad de impresión de antes se medía en milímetros por segundo. Nuestro equipo puede hacer cinco metros en un segundo, un récord mundial.
Tal y como cuentan, estos resultados podrían acabar obteniendo beneficios para el campo de la medicina. Los científicos están desarrollando resina para aplicaciones médicas que puedan ser usadas para diferentes campos como la tecnología biomédica o, claro está, la nanotecnología.