La industria armamentística, desgraciadamente, es una de los sectores productivos que rara vez está en crisis porque parece que siempre hay, en algún lugar del mundo, una guerra que se está librando y que necesita de este tipo de suministros. De hecho, en este sector también se dedican importantes montantes de capital para la financiación de proyectos de investigación aunque, en el caso de las armas, los resultados sean armas más letales. En el Sandia National Laboratory, un par de ingenieros (que además son cazadores) pensaron que se podía mejorar la precisión de un proyectil para evitar que se errase un blanco y, pensando en el mismo sistema que guía los misiles o las bombas, decidieron trasladar el concepto de guiado láser a la bala de un fusil.
¿Una bala dirigida por láser? ¿Al igual que los misiles o las bombas inteligentes? La verdad es que suena a algo sacado de un relato de ciencia ficción, o si alguien recuerda la película Who Framed Roger Rabbit, parecen las balas que cambiaban su trayectoria persiguiendo al objetivo. El equipo liderado por Red Jones y Brian Kast ha sido capaz de desarrollar una bala (de pequeño calibre) que es capaz de corregir su trayectoria mediante un sistema de guiado láser con el que pueden ofrecer un impacto en el blanco con gran precisión en distancias no superiores a los 2.000 metros.
Tenemos entre manos una tecnología muy prometedora capaz de guiar pequeños proyectiles y que puede desplegarse a coste razonable y rápidamente
Un proyectil, cuando sale disparado de un arma de fuego, se mueve gracias a una explosión que se produce en el arma cuando la aguja del percutor golpea la parte trasera del proyectil haciendo que la pólvora explote. Esta pequeña explosión, que es la que hace que el proyectil salga a toda velocidad por el cañón del arma, era uno de los hándicaps de este proyecto puesto que la electrónica que se encarga de seguir la señal láser debe estar implementada en el proyectil y resistir al disparo.
El diseño de esta "bala inteligente" se basa en un sensor óptico situado en la punta de la bala y destinado a seguir la traza del láser que apunta al objetivo. La información del sensor se envía a un sistema de control y guía que utiliza un algoritmo (procesado en una CPU de 8 bits) que se encarga de controlar unos actuadores electromagnéticos que son los que modificarán la trayectoria de la bala.
¿Y cómo puede cambiarse la trayectoria de una bala en pleno vuelo? Casi todas las balas disponen de estrías que hacen que la bala gire sobre sí misma y, así, siga volando en línea recta. En el caso de la bala inteligente, los investigadores debían garantizar que la bala siguiese volando en línea recta salvo que se introdujese alguna corrección, para ello añadieron unas aletas (como la cola de los dardos) que junto a un centro de gravedad capaz de inclinarse hacia delante (para modificar la trayectoria), eran capaces de controlar el vuelo del proyectil.
Por ahora, las pruebas realizadas son experimentales y los investigadores están buscando compañías de armamento interesadas en adquirir esta tecnología y que entren como socias en el proyecto para poder realizar pruebas reales. Mientras tanto, los investigadores han fabricado algunas balas de prueba a partir de componentes y municiones disponibles en el mercado, algo que les ha permitido obtener algunas balas capaces de viajar a 730 metros por segundo (es decir, una velocidad Mach 2.1) con la pólvora disponible en el mercado.
Imágenes: Physorg