Computadoras como el Osborne I, el Apple II o el IBM PC marcaron un punto de inflexión en el mundo de la tecnología y, particularmente, en el de la computación personal. A principios de 1981, la única computadora que se estaba colando en los hogares era el Apple II y, prácticamente, no tenía competencia hasta que empresas como IBM lanzase el IBM PC o Commodore lanzase en 1982 el Commodore 64. Precisamente, ahora que se acerca el CES 2012, es un buen momento para recordar la historia del Commodore 64, una máquina mítica que fue presentada en el CES de 1982 y que, por tanto, cumple ahora 30 años.

Commodore International era un fabricante de computadoras que, a finales de los 70, gozaba de gran prestigio entre el público gracias al lanzamiento de dos computadoras bien distintas. Por una parte, el Commodore PET que estaba destinado al segmento profesional y, por otro lado, el Commodore VIC-20, una computadora de bajo coste destinada al segmento del usuario doméstico. Tras el lanzamiento de estos equipos, Commodore había optado por seguir la línea profesional en detrimento de la doméstica lo cual no agradó mucho a Robert "Bob" Russell, programador de sistemas y arquitecto del VIC-20.

En aquella época, Commodore poseía una filial, MOS Technology (que luego pasaría a llamarse Commodore Semiconductor Group), que se dedicaba al desarrollo y fabricación de circuitos integrados que, posteriormente, formarían parte de los computadores de la empresa matriz y, además, también se vendían a otros fabricantes. Pensando en las nuevas generaciones de consolas de videojuegos, la compañía inició un proyecto para desarrollar los circuitos VIC-II (gráficos) y SID (audio), donde Robert "Bob" Yannes trabajaba como ingeniero.

En enero de 1981, tanto Yannes como Russel mostaron muy críticos con la apuesta por el segmento profesional así que con el apoyo de Al Charpentier (ingeniero del VIC-II) y Charles Winterble, gestor de MOS Techonolgy, hablaron del tema con Jack Tramiel, responsable ejecutivo de Commodore, y le convencieron para abordar la continuación del VIC-20 encarnada en un nuevo computador de bajo coste. Tramiel accedió pero impuso un requisito de diseño al indicar que dicho computador debía contar con 64 KB de RAM. Aunque en esa época la memoria RAM no era barata (más de 100 dólares costaban los 64 KB que se habían pedido), Tramiel pensó que el precio bajaría, así que impuso commo deadline el mes de noviembre de ese año para que, en enero, pudiese presentarse en el CES.

Esta nueva computadora, de nombre VIC-40, estuvo lista en plazo (tras el esfuerzo de Russel, Yannes y David A. Ziembicki) pero, siguiendo la estela de la compañía de llamar a las computadoras con una letra y un número que presentase la RAM, el VIC-40 pasó a llamarse C64. El prototipo del Commodore 64 viajó al CES de Las Vegas y dejó impresionados a los asistentes que allí se concentraban que veían cómo una computadora doméstica de 595 dólares era capaz de ejecutar lo que estaba haciendo.

Todo lo que veíamos en nuestro pabellón era gente de Atari con la boca abierta, diciendo '¿Cómo pueden hacer esto por 595$?'

595 dólares de la época (que hoy en día unos 1.387,36 dólares actuales) fue el precio de venta con el que el C64 se lanzaba al mercado en agosto de 1982 tras su presentación en el CES de Las Vegas del mes de enero del mismo año. Si tenemos en cuenta que la fabricación de los circuitos integrados la hacía una filial, el coste de producción del C64 eran 135 dólares de la época, por lo que los beneficios de la compañía podían ser muy sustanciosos (algo que se materializó en las 300.000 unidades vendidas desde agosto a diciembre de 1982).

El Commodore 64 estaba dotado de un microprocesador MOS Technology 6510/8500 que funcionaba a 0,985 MHz (PAL) o a 1,023 MHz (NTSC), una GPU MOS Technology VIC-II de 16 colores, un chip de sonido MOS Technology 6581/8580 SID (que venía acompañado de un sintetizador de 3 voces, 4 formas de onda, filtros programables, etc), 64 KB de RAM, 512 bytes de memoria de vídeo y una ROM de 20 KB que incluía BASIC y el Kernel del sistema. Además, para reforzar el propósito general de la computadora, el C64 incluía puerto serie RS-232, puerto serie IEC, salida de vídeo compuesto y audio, salida para TV y dos conectores para mandos de juegos, ratón, lápiz óptico o tableta gráfica para diseño.

Con esta dotación técnica y un slot para cartuchos, que ya se incluía en el VIC-20 y propició el desarrollo de muchos juegos, el C64 desató la locura entre los usuarios y generó un gran mercado alrededor de esta computadora (juegos, hardware, revistas especializadas, software comercial, etc). Gracias al C64 se consolidaron compañías como Electronic Arts, que en 1983 lanzó Pinball Construction Set para C64 (tras haberlo lanzado para el Apple II con anterioridad). Buenos gráficos, buen sonido y un amplio catálogo de títulos lanzaron al Commodore 64 y lo convirtieron en uno de los dispositivos más deseados durante los años 80 y en el que se podía jugar a juegos como Track & Field, Green Beret, Operation Wolf, The Goonies o el mítico Mercs.

C64_open

El Commodore 64 se convirtió en el computador personal más vendido de la historia con 2,5 millones de unidades vendidas por año entre 1983 y 1986, con un total de 19 millones de unidades vendidas, un ritmo que disminuyó entre 1987 y 1994, fecha en la que la compañía anunciaba la retirada del modelo y, un mes más tarde, la bancarrota de Commodore. Aún así, este modelo de leyenda ostenta un título difícil de superar y, a día de hoy, a sus 30 años de edad, ocupa un lugar muy destacado en el segmento de la computación personal.

Tras un silencio de casi 10 años, Commodore fue refundada en 2011 y anunciaron el lanzamiento del Commodore 64 otra vez, con un precio que oscila entre los 250 dólares del modelo más básico hasta los 895 dólares del modelo superior, un hecho que no ha pasado desapercibidos por los nostálgicos de esta computadora de leyenda que, ahora, cuentan con una segunda oportunidad para conseguir una.

Imágenes: Wikipedia, Hardware Heaven, Museo 8 bits y Listal