A propósito del reciente lanzamiento del emulador de juegos de arcade clásicos MAME para el navegador Chrome, quisimos darnos el gusto de repasar 15 títulos inolvidables de los salones de máquinas recreativas.

Y con ello, homenajear a estos personajes hechos con pixels del tamaño de un puño que protagonizaron capítulos inolvidables de nuestra infancia. Sí, estos arcades come-fichas nos hicieron gastar buenas cantidades de dinero, y sólo nos dieron a cambio horas y horas de diversión. Creo que ningún negocio a posteriori fue tan beneficioso.

Por jugabilidad, por influencia, por originalidad, por haber liderado rankings y aunado buenas críticas en su momento, aquí están los títulos más relevantes de todos los tiempos. Bienvenida sea la nostalgia... y el debate. ¿Cuál sumarías, cuál sacarías?

Al final una galería con imágenes promocionales con la mayoría de estas máquinas chirriantes. A no perdérselo.

After Burner (1987)

Algunos muebles de estas máquinas eran sorprendentes. After Burner fue uno de ellos. Fue un simulador de vuelo de tipo arcade sorprendente para la época. Diseñado por Yu Suzuki (vamos a leer muchos nombres japoneses en este artículo), le permitía al usuario controlar un jet F-14 Tomcat con el objetivo de destruir una serie de aviones enemigos en 18 etapas. El avión empleaba una ametralladora y un conjunto limitado de misiles.

La cabina, que rotaba según el movimiento de la nave, contaba con un excelente sistema de sonido stereo que completaba la experiencia de juego elevándolo a nivel de "¡guau! qué pedazo de videogame".

Ghosts n' Goblins (1985)

Fue uno de los primeros títulos que jugué y una de mis grandes frustraciones (después de la ausencia de cualquier tipo de habilidad para el fútbol): rara vez superé la primera de las seis pantallas del caballero Arthur en su cruzada contra los zombies. Tuvo infinidad de versiones (cómo olvidar el mapeo original de Spectrum y la versión de Commodore 64, con una música de excepción que incluye el Preludio n.º 20 en Do menor de Frédéric Chopin) y varias continuaciones. ¿Cruza de fantasía, medioevo y zombies? ¡Excelente!

Outrun (1986)

Por suerte Yu Suzuki, el autor de Virtua Fighter y también de Out Run, desistió de su idea original de ser dentista y le entró de lleno a esto de programar fantasía. El juego de carreras de Sega, el más cool de todos, ha aparecido en 19 formatos, pero sin dudas su versión de arcade es la más recordada: nos acercó, aunque sea por un rato (bueno, dependiendo de lo bueno que fuéramos muñequeando el volante) el sueño de manejar una Ferrari Testarrosa. Y de hacerlo al lado de una rubia.

¿El detalle? Se podía sintonizar una canción antes de darle al acelerador en el car-stereo del vehículo (canciones compuestas por el creador de bandas de sonido para videogames Hiroshi Kawaguchi).

Double Dragon (1987)

Gracias a sus avanzados gráficos (uno de los primeros que podía incluir varios villanos en el mismo screen) y su excelente modo de juego cooperativo, "Double Dragon" logró superar en recaudación a otro coloso como "Kung Fu Master" (1984), convirtiéndose en el mayor éxito del género "beat um up", también conocido como "somos dos y vienen como 100 musculosos a comernos con cucharita".

Aquí les tiro un dato que si fuese a la convención de datos nerd, brindaría la conferencia principal: el director del juego, Yoshihisa Kishimoto, comentó que concibió la idea original de "Double Dragon" el 20 de julio de 1986, justo en el 13 aniversario de la muerte de Bruce Lee, inspirado por la estrella de las artes marciales. El genial Kishimoto es también autor de "Renegade", otro título que puede considerarse el paso previo en la evolución hacia la historia de los mellizos busca-pleitos.

Punch Out (1984)

¡Dos pantallas! Y un novedoso sistema de pelea en primera persona (con un cuadriculado verde para nuestro personaje) que hizo de este "Punch Out" el mejor juego de boxeo de todos los tiempos (al menos, para mí). Si hay algo que supo hacer Nintendo desde el vamos, es crear -casi de la nada- grandes personajes... ¡Construyó la licencia Mario Bros a partir de un humilde fontanero que saltaba barriles! (aunque al principio fue un carpintero). Y la verdad que los boxeadores rivales en la carrera hacia el título mundial estaban muy bien logrados: Piston Hurricane, Pizza Pasta, Bald Bull. Fue ese típico arcade que cuando alguien jugaba en el salón, varios se ponían detrás para disfrutar la pelea.

Terminator 2 (1991)

Es el más nuevo de todos los aquí presentes. Y también, podría decirse, el último gran videogame de la edad de oro de las máquinas recreativas. Espectacularidad, un gran sistema de juego a partir de las clásicas armas empotradas en la estructura, y la sensación de estar frente a una máquina del futuro. Basada en la película de James Cameron, "Terminator 2, el día del juicio final", el shooter nos enfrentaba a bellos mundos apocalípticos, detrás de la historia del robot que atravesaba los tiempos para salvar el futuro de la humanidad.

Metáfora de un tiempo que fue, de cuando los salones de arcades eran centros de reunión, de cuando teníamos la sensación de que por 50 centavos podíamos vivir una aventura de la hostia y una época en la que Arnold Schwarzenegger hasta nos caía bien.

Frogger (1981)

Debe ser una de las ideas más simples en las historias de los videojuegos: una ranita que debe cruzar la calle y el río hasta llegar a su casa. Recuerdo haber jugado "Frogger" por primera vez en una Texas Instruments 99. Aunque no generaba la adrenalina de las guerras entre navecitas espaciales, tenía lo suyo. El origen del anfibio cruzador de calles es muy serio. El titulo original llevaba por nombre “Highway Crossing Frog” y fue una artera copia de “Freeway”, un experimiento desarrollado en 1971 por el departamento de psicología por la Universidad de Washington en una minicomputadora IMLAC PDS-1, en el contexto de un estudio de la memoria humana a corto plazo. Cuenta la leyenda que, al parecer, alguien de Konami lo vio y comercializó. Algo que nunca pasó, ni volverá a pasar, en la historia de la tecnología...

Donkey Kong (1981)

Como dijimos, en el primer arcade de "Donkey Kong", Mario se llamaba Jumpman y es un carpintero, no un fontanero. Sería, con el tiempo el Mickey Mouse de Nintendo, sí, sí, con la gorrita, el bigote, y ese carisma subterráneo que pueden tener un puñado de pixels saltando un barrilete.

Mario tenía que salvar a Paulina de las garras del gorila, que toma su nombre de un juego de palabras de origen japonés: donkey vendría a ser algo así como estúpido. Otra anécdota dice que el título original era Monkey Kong, pero que alguien leyó mal un primer fax interno y rebautizó el proyecto.

Galaga (1981)

Tengo miles de horas de vuelo en Gaplus (1984), una especie de Galaga más moderno pero que resguardaba la gracia del juego original. A la vez, Galaga fue la superación del Galaxian (1979), que por su parte fue la reinvención de Space Invaders, en una época en la que matar marcianitos era el argumento favorito de los creadores de juegos (después el tema de moda sería liquidar zombies, hasta que un día todo se fue de las manos y ahora hay millones de tipos ¡tirando pajaritos encima de unos chanchos!).

El Galaga inventó el "bonus" y fue uno de los primeros juegos en mostrar enemigos "kamikazes". Es uno de los juegos que más tiempo se mantuvo en el candelero, con decenas de derivaciones y versiones. Por ejemplo, en "Mortal Kombat 3" se puede jugar a esta navecita con una contraseña, aunque su velocidad le puede resultar demasiada rápida hasta al más avezado de los ninjas.

Street Fighter (1987)

El verdadero golazo de Capcom (que significa computadoras en cápsulas) fue el titulo de 1991, "Street Fighter II", un must de todo jugón que se precie de tal.

Fundacional en su especie, este título fue el primero en sumar combos de golpes, los cuales se iban descubriendo progresivamente y según el personaje elegido. (en el primer Street Fighter sólo se podía elegir a Ryu o Ken y luchar contra un rival controlado por el CPU; un embole, diríamos en mi país).

¿Un detalle? El juego en japón tenía un luchador que era el favorito de todos Mike Bison, un homenaje al peso pesado Mike Tyson. La filial en Estados Unidos presionó a los nipones a que cambiaran el nombre del peleador, por el de Balrog, atentos a los problemas legales que podían surgir allí.

1943 - The Battle of Midway (1987)

No hay que olvidarse de 1942, pero su secuela fue un verdadero boom gracias a la adaptación de combos, mejores gráficos y una jugabilidad inédita en el género. Permitanme la disgresión, pero este juego junto a Double Dragon y el pinball de la Familia Addams fueron los más requeridos y ajetreados en el desaparecido salón Enjoy de mi provincia. Mérito exclusivo del gran trabajo del diseñador Yoshiki Okamoto.

La versión del videojuego para computadoras personales y consolas fue lanzada en 1988 (Amiga, Amstrad CPC, Atari ST, Commodore 64, ZX Spectrum y NES). La versión para TurboGrafx-16 fue distribuida en 1991 y se le denomino 1943: Kai. Todas ellas fueron igual de exitosa que la de arcade.

Tetris (1984)

Para muchos el Tetris fue el mejor juego de todos los tiempos. Su historia es atrapante e incluye guerra de patentes, un inspirado creador, Alekséi Pázhitnov, y un producto casi perfecto: esas realizaciones complejas que parecen las más simples del mundo.

El videojuego fue lanzando en 1984 en la Unión Soviética, pero su versión para IBM PC lo catapultó al estrellato. El juego deriva su nombre del prefijo numérico griego tetra (por las piezas del juego, los Tetrominós, que contienen cuatro segmentos) y del tenis, el deporte favorito de Pázhitnov.

Fue portado a infinidad de soportes y consolas. Y su comunidad de fanáticos en todo el mundo hicieron de este nombre una marca poderosa. Si no, miren el documental "Ecstasy of Order" una película que gira en torno a los grandes jugadores de Tetris y a los campeonatos celebrados durante los años 90 y los que, en la actualidad, se siguen celebrando. Aquí podremos conocer a Thor Aackerlund, campeón mundial de Tetris en 1990 en la competición organizada por Nintendo (y que se disputaba con la versión para la clásica consola Nintendo NES) o a Harry Hong, el primer jugador en alcanzar la puntuación máxima del juego.

Space Invaders (1978)

Dicen que el hecho de que los enemigos acelerasen su vuelo en el Space Invaders original de 1978, fue en realidad un error, un bug, pero que se mantuvo para sumarle vértigo a la partida.

Nació en 1978 por obra de Toshihiro Nishikado, un diseñador japonés de la Taito Corporation que se inspiró en Pong y en la obra "La Guerra de los Mundos".

El éxito del juego fue impresionante, al punto de -según la leyenda- dejar sin monedas a la población de Japón. Significó el origen del videojuego moderno y de la explotación del merchandasing a partir de una marca fuerte (libros, discos y camisetas llevaron la particular tipografía de este fichín).

Su principal innovación fue el gran incentivo del jugón, el motor del instinto de superación del gamer... hablamos del Hi-Score. Desde entonces siempre hubo alguien, detrás, en la fila, queriendo superar al que acaba de leer "game over" en la pantalla.

Pong (1972)

Pong es el bisabuelo de todos los videojuegos. El padre de Breakout y el abuelo, claro, de Arkanoid. Entró en la cultura pop del mundo y empujó a millones de jóvenes a una diversión antes desconocida: mover un pad y darle a una pelotita. En el 2001, un par de estudiantes crearon una versión de Pong, llamada the ‘Painstation’ que daba auténticos latigazos, quemaduras o descargas electricas a los perdedores. Es el homenaje más electrizante que se recuerde. Y el más estúpido, claro.

Pac-Man (1980)

¿Qué podemos decir sobre Pac-Man que no se haya dicho? Nada. Tal vez, datos inútiles como que la máxima puntuación posible en una partida del come-cocos es 3,333,360 puntos. O tal vez, que no fue sólo el mejor juego de todos los tiempos, si no que realmente influyó a toda una generación. ¿O no? "Los videojuegos no tienen ninguna influencia sobre los niños. Quiero decir, si el Pac-Man hubiese influenciado a nuestra generación, estaríamos todos corriendo en salas oscuras, masticando píldoras mágicas y escuchando músicas electrónicas repetitivas" (del cómico Kristian Wilson, falsamente atribuido a un ejecutivo de Nintendo)

Desde que fue lanzado por Namco (a su olvidado autor, hoy docente Toru Iwatani, nuestras reverencias) fue un verdadero éxito. Llegó a tener el Récord Guiness del videojuego de arcade más exitoso de todos los tiempos con un total de 293.822 máquinas vendidas de 1981 a 1987 y acabó con el dominio de Space Invaders.

La mayoría de nosotros sólo vimos las maquinitas de Ms. Pac Man (1981); seguramente en algún tugurio de tu barrio todavía hay alguna de estas chirriando una musiquita maravillosamente insoportable.

Fuentes para estadísticas, imágenes y videos: BMIGaming, Wikipedia y KLOV, entre otras específicas.