Es habitual leer investigaciones y desarrollos de exoesqueletos orientados a su aplicación en el ámbito militar, por ejemplo, permitiendo a los soldados el transporte una mayor cantidad de carga. Afortunadamente, no todas las investigaciones están financiadas por DARPA ni tampoco tienen el foco puesto en la actividad militar y una compañía, de nombre Ekso Bionics, acaba de presentar un exoesqueleto con el que ha sido capaz de hacer volver a caminar a 6 personas con problemas en la médula espinal (una de ellas tetraplégica).

La idea partió de la Fundación Kessler, una de las mayores fundaciones de Estados Unidos enfocada en la discapacidad, que a través de su centro de investigación y sus seis laboratorios trabaja en la investigación de la mejora de la autonomía de las personas que sufren alguna discapacidad, lesiones en la médula espinal, esclerósis múltiple o lesiones cerebrales o en la inserción de veteranos de la guerra de Irak o Afganistán que han sido heridos en combate y, a través de esta fundación, realizan programas de rehabilitación para su vuelta a la vida civil.

Junto a Ekso Bionics, la Fundación Kessler seleccionó a seis personas con graves lesiones en la médula espinal (incluyendo una persona tetraplégica) para poder ofrecerles un sistema con el que volvieran a poder andar como parte de un estudio piloto para evaluar los efectos de andar en gente que se mueve en silla de ruedas y así evaluar si un exoesqueleto ayuda a su normal desempeño o si puede servir como ayuda en procesos de rehabilitación.

Concretamente, los 6 participantes comenzaron a usar este exoesqueleto que, originalmente fue concebido para ayudar a las personas que sufrían algún tipo de paraplegia o tetraplegia poder levantarse sin ayuda alguna, durante el mes de octubre de este año durante una semana de uso. Estas pruebas permitieron obtener información suficiente para desarrollar un protocolo de implementación (incluyendo información relativa a procesos de selección que permitan identificar y seleccionar mejor a futuros usuarios de la plataforma.

Hay que tener en cuenta que en el sujeto que está participando está sometido a cambios fisiológicos y, claro está, debemos tener en cuenta en qué se traducen en términos de mejoras funcionales del paciente.

De todas formas, para el próximo año, la Fundación quiere realizar un estudio en mayor profundidad que permita, por ejemplo, extender el uso de este exoesqueleto en situaciones de la vida cotidiana del usuario que permita dotarlo de mucha más autonomía.

Una noticia bastante esperanzadora que muestra que la robótica también tiene aplicaciones bastante bonitas y, sobre todo, capaces de ayudar a mucha gente.