Siri, el asistente virtual del iPhone 4S, es una de las novedades que más me han llamado la atención porque supone un salto en el control vocal de dispositivos puesto que pasamos de usar comandos de voz a conversar con nuestro dispositivo. El hecho de poder conversar con una máquina de manera coherente no es algo nuevo, existen asistentes virtuales en algunas webs en las que podemos realizar preguntas en lenguaje natural y obtener respuestas coherentes; de hecho, fue en 1964 cuando Joseph Weizenbaum desarrolló Eliza, un programa que era capaz de conversar con una persona.
Eliza, que ya conversó con Siri, es un software diseñado entre 1964 y 1967 en el MIT por Joseph Weizenbaum que procesaba el lenguaje natural que le llegaba como entrada y, como salida, ofrecía respuestas como si de una conversación entre dos personas se tratase. Efectivamente, en 1967, Weizenbaum había conseguido desarrollar una aplicación que era capaz de conversar con un ser humano de manera coherente. Y aunque Eliza era capaz de conversar de manera coherente, realmente, no era tan inteligente como aparentaba puesto que su rutina estaba sustentada en los principios de la psicología rogeriana de Carl Rogers, es decir, empatizar con el individuo para que se sienta escuchado, algo que se trasladó a Eliza en forma de frases hechas que se utilizaban para que el individuo siguiese conversando.
Dicho de otra forma, Eliza era capaz de procesar las palabras y responder con la frase programada más adecuada o, en caso contrario, responder con una frase que simbolizase un asentimiento de lo que se decía para que el individuo siguiese hablando. Concretamente, la conversación de Eliza giraba sobre tres grupos de frases (que se pueden probar en alguno de los simuladores existentes en la red) que se encontraban programadas en su rutina:
- Frases hechas sobre temas diversos que se encontraban almacenadas en el programa y que se utilizaban gracias a una serie de palabras clave que se debían buscar para detectar la temática de la que se estaba hablando.
- Frases de continuidad que se utilizaban en el caso de no encontrar palabras clave y que servían para dar pie al sujeto para que siguiese hablando y, así, aumentar la probabilidad de encontrar nuevas palabras clave. En este caso se utilizaban frases del tipo "Por favor, continúa".
- Frases empáticas que se alternaban con las frases de continuidad y las frases hechas para proyectar empatía con el sujeto: "Háblame más de eso".
La conjugación de estos tres juegos de frases programadas ante un interlocutor que siguiera la conversación hacía que Eliza ofreciese respuestas tan convincentes que hacían que mucha gente creyese que estaban hablando con alguien de verdad o bien que, realmente, la máquina les comprendía.
Weizenbaum se sorprendió mucho al ver cómo su secretaria se sentaba delante de Eliza y le contaba aspectos íntimos de su vida porque pensaba que, realmente, la máquina la estaba escuchando. De hecho, algunos psiquiatras de la época veían en Eliza una posible forma de conectar con pacientes graves que no hablaban con su terapeuta. En 1976, y tras todo lo acontecido y observado, Weizenbaum publicó Computer Power and Human Reason, un libro en el que contó su experiencia con Eliza y en el que dejó clara su crítica visión sobre la incorporación de la inteligencia en las máquinas. Wiezenbaum admitía la viabilidad de la Inteligencia Artificial pero, por razones morales, se oponía a su utilización.
Siri es, quizás, el ejemplo más reciente de máquinas que conversan con seres humanos y, lógicamente, su fundamento tecnológico es mucho más avanzado. Los bots conversacionales de hoy en día son mucho más complejos y utilizan potentes algoritmos para el procesado del lenguaje natural y así ofrecer respuestas mucho más cercanas a lo que busca una persona, por ejemplo, algunos asistentes virtuales que podemos ver en webs de comercio electrónico, por ejemplo, pero Eliza fue el primer intento de construir un interlocutor artificial.
Afortunadamente, todavía las máquinas no son capaces de sustituir una amena charla con los amigos pero quien sabe si, algún día, gracias a Siri, la expresión "hablar con el móvil" tenga otro significado.
Vía: Amazings, ALICE AI Foundation y Boing Boing | Imágenes: Weizenbaum. Rebel at Work, Wikipedia y Amazings.
Nota: Queremos pedir disculpas a los autores de Amazings por hacer hecho uso de contenidos publicados sin haberlos enlazado y nombrado adecuadamente en un primer momento. Desde anoche hemos puesto los enlaces pertinentes y se han pedido disculpas personalmente al autor que se complementan con esta nota pública. Pedimos disculpas a los lectores de ALT1040 y Amazings por este desafortunado hecho.