Normalmente, a la hora de elegir un ordenador de sobremesa de alto rendimiento, pasamos por alto la apariencia exterior y el tamaño de la carcasa, y nos guiamos por los componentes para alcanzar un desempeño superior. Semitorres, Fulltowers, Racks... Nos preocupamos más de la cantidad de piezas que podemos albergar dentro de nuestro equipo que de cuanto espacio robará a nuestro escritorio, o cuantas veces nuestras rodillas se tropezarán con el canto de la dura carcasa que hemos seleccionado. Pero cuando la gran potencia es sinónimo de un gran tamaño, hay que replantearse las cosas, y Shuttle ha sabido darle un giro a este concepto con su Mini PC/Barebone H7 5820P/SX58H7, capaz, con su configuración más agresiva, de hacer frente a cualquier tarea a la que lo sometamos, sin derramar una sola gota de sudor, y manteniendo en todo momento, pese a su pequeño formato, una temperatura bastante baja.
La gente de Shuttle nos ha cedido amablemente una de las configuraciones más avanzadas de su sistema H7 5820P, con procesador de cuatro núcleos y GPU de alto rendimiento, especialmente orientado a jugadores, que encontrarán en este bichito la herramienta perfecta para no quedarse nunca a la zaga de otras máquinas de tamaño más convencional. El punto clave del Shuttle H7 5820P, basado en el Barebone SX58H7 no es su capacidad de expansión — qué también la tiene — si no la potencia bruta que de serie nos otorga el procesador Core i7 de socket LGA1366 que se puede albergar en su interior.
Diseñado para ser discreto, a su modo
La primera impresión al sacar este equipo de su embalaje fue inmejorable; un diseño muy sencillo y elegante con con una cubierta exterior en aluminio con una capa de color negro, y unos paneles frontales en plástico que simula el mismo aspecto del aluminio. Con unas medidas muy compactas, el Shuttle XPC H7 está diseñado para fundirse con cualquier entorno, sin destacar por tamaño o apariencia extravagante. Al acercarme para examinarlo detenidamente, sin embargo, me di cuenta de pequeños detalles que pueden llegar a molestar en cuanto a acabados y funcionalidad: El único panel no móvil en la cara posterior del ordenador está mal pegado, y deja ver, como se aprecia en la imagen superior, un pequeño hilo de goma que resta clase al aspecto general. A parte de esto, existen algunos defectos de fabricación que hacen que al abrir el compartimento superior que aloja una bahía de 3,5 pulgadas para unidades FDD o multi lectores de tarjetas, en algunas ocasiones se llegue a activar el boton de expulsión de la unidad óptica, ocasionando que esta se abra de manera inesperada. A este respecto, el panel que se abate para dejar salir tiende a quedarse atascado, y no vuelve a su posición inicial cuando cerramos la unidad Blu-Ray. Por supuesto, debemos imaginar que estos pequeños defectos son algo estrictamente puntual de la unidad de reseña, y no un problema generalizado de este modelo. El discreto panel inferior desvela al abrirse una serie de útiles conexiones, entre las que encontramos Jacks de 3,5mm para auriculares y micrófono, dos puertos USB 3.0, y un combo eSATA+USB 2.0, acompañados por un diminuto botón de reset.
La unidad es más larga de lo que en un principio se podría pensar, con 33 centímetros de fondo, a lo que hay que sumar el espacio ocupado por los conectores de corriente o video, además de los posibles adaptadoras o memorias USB que necesitemos pinchar. Al estar ante un ordenador de altas prestaciones, entendemos que el peso final del equipo, entre unidades magnéticas, tarjeta gráfica, fuente de alimentación y el propio chasis de aluminio del barebone, es bastante elevado, y esto se hace patente cuando por primera vez levantamos el Shuttle, que pesa en teoría unos 5,5 Kg. en su formato barebone, cifra que sube casi hasta los 7 Kg. al instalar todos los componentes.
Especificaciones técnicas, primer contacto
El hardware incorporado en el modelo concreto que hemos recibido es una auténtica barbaridad, digno de cualquier ordenador gamer de gama más alta, y más que suficientes para no plantearnos siquiera una actualización en una larga, larga temporada.
- CPU: Intel Core i7 960 (4x 3.2 GHz, socket LGA1366)
- RAM: 16 GB DDR3-1333
- GPU: EVGA NVIDIA GeForce GTX 580 1.536 MB
- Audio: 7.1 HD audio, salida digital óptica (S/PDIF)
- Almacenamiento: 1x SSD 120 GB OCZ Agility 2, 1x HDD 2TB WD Caviar Green
- Unidad óptica Combo Blu-ray-ROM/DVD-RW
- Conexiones: 2x USB 3.0, 8x USB 2.0, 1x eSATA, 1xeSATA/USB-Combo, 2x Gigabit-LAN
- Alimentación: FA 500W (Certificación 80PLUS Bronze)
Aunque su reducido tamaño harían pensar lo contrario, el Shuttle H7 es capaz de mantener bajo control los 130W de TDP del procesador de cuatro núcleos Intel Core i7 960 que lleva instalado, gracias a su extraordinario sistema de refrigeración por Heat Pipes, cuyo bloque con ventilador extraen una gran parte del calor generado por la CPU a través de la rejilla trasera, ajustando automáticamente la velocidad de giro controlando constantemente la temperatura. La gestión de cables en el interior de la carcasa es casi caótica debido al limitado espacio interior, aunque los chicos de Shuttle se han apañado para que incluso la impresionante GeForce GTX 580 quede perfectamente alojada pese a sus 30 centímetros de longitud, con el espacio suficiente para obtener una perfecta refrigeración, eso sí, sin la posibilidad de montar una segunda unidad.
A pesar de que su fuente de alimentación tiene una potencia de "tan solo" 500W, escasa bajo los estándares actuales y las exigencias del hardware de última generación, su certificación 80 Plus Bronze asegura la eficiencia energética suficiente para aguantar los extremos de consumo más altos tanto de la hambrienta GTX 580 como de la CPU. Por supuesto, hay configuraciones humildes y potentes, pero todas cuentan con esta fuente de alimentación, que ha demostrado ser capaz y fiable en cualquier escenario.
Configuraciones y rendimiento
Aunque podemos encontrarnos con este Shuttle en formato Barebone, que incluye únicamente la placa base con chipset X58 y la F/A por un precio aproximado de 530€, la firma también ofrece el equipo en forma de sistema configurable, con CPUs desde Core i7-950 a 3Ghz hasta el tremendo Core i7-990X, con 6 núcleos a 3.46Ghz, hasta 16GB de memoria RAM DDR3-1333Mhz en cuatro zócalos quad-channel, unidades SSD y HDD en configuración simple o dual con interfaz SATA2 o SATA3 6Gbps, y tarjetas gráficas dedicadas desde la más sencilla GeForce 210 o Radeon HD5450 hasta las extremas AMD Radeon HD6870 o GeForce GTX580 con 1536MB de memoria de video, aportando por lo tanto una configuración para cada tipo de usuario, siempre desde la base de los potentes procesadores Intel. Lo que comparten todas las versiones es la placa base, que incorpora 8 puertos USB 2.0 primarios y un conector eSATA+alimentación para almacenamiento externo que nos permitirá aprovechar todo el ancho de banda del canal Serial ATA.
Debido a la pluralidad de configuraciones, un largo set de pruebas específicas solo serviría para mostrar la potencia de esta versión en concreto, pero para saciar la curiosidad de los más entusiastas diré que la calificación de rendimiento de Windows 7 es para este equipo un 7.2 sobre un máximo de 7.9 puntos, algo corroborado por los más de 60 cuadros por segundo de media que se consiguen en Battlefield 3 o Skyrim (aunque este último tiende a bajar cuando muchos elementos coinciden en la pantalla) con sus ajustes al máximo. PC Mark 7 arroja un resultado algo humilde, con 4160 puntos, que queda por debajo de muchas de las puntuaciones publicadas, hecho lógico teniendo en cuenta que suele tratarse de unidades con overclocking.
Sorprende que la puntuación base la ofrezca la unidad de disco, un SSD OCZ Agility 2
En definitiva, baste decir que haya sido juego o aplicación exigente, nada se ha resistido a esta máquina, que lleva con orgullo en el frontal el nombre Shuttle, y que nada tiene que desmerecer a ningún equipo "custom" o de "marcas punteras".
¿Vale lo que cuesta?
Las configuraciones del Shuttle H7 5820P basado en el chipset X58 se pueden encontrar en el mercado, a través de la página web del fabritante, desde 1050€ + IVA, que puede ir escalando según los componentes que elijamos, pasando por el precio del equipo de esta reseña, que se sitúa en 1886€ + IVA. Reitero una vez más, esto no es un ordenador compacto al uso, sino una máquina para consumidores exigentes, que necesitan el máximo rendimiento ahorrando todo el espacio que sea posible. Bajo esta premisa, Shuttle ha logrado un perfecto equilibrio entre ambas necesidades, componiendo un ordenador de alta calidad y un acabado extraordinario. Si intentamos configurar por separado, y con montaje por nuestra cuenta, los mismos componentes en una carcasa tradicional, de formato ATX, y con un sistema de refrigeración de stock en lugar del capaz disipador por heatpipes de Shuttle, nos situaremos alrededor de los 1600€ impuestos incluidos. Un precio inferior a todas luces, pero a costa de perder una de las características que hacen único a este equipo, sus medidas. Estamos ante un interesante equipo, que aún con el defecto del precio es una alternativa viable y recomendable si, como ya he dicho, necesitamos un equipo de gama alta con un tamaño contenido, pero solo nosotros podemos considerar si el valor de esa característica cuesta realmente el extra que deberemos pagar por alcanzar la cumbre de los ordenadores de sobremesa compactos.