Atención porque Amazon, no contento con ser el primer vendedor de eBooks del mundo, ha introducido una nueva opción que sin duda le afianzará en esa posición. Se trata del préstamo de libros, como si de una biblioteca se tratase, aunque sólo para los usuarios que tengan Amazon Prime.

El servicio Prime es como una suscripción Premium en el que los usuarios tienen una cierta serie de ventajas, y Amazon ha querido sumarle el gran aliciente del consumo de libros de forma gratuita. Sencillamente hay que tener una cuenta Prime y cualquiera que tenga un Kindle –el lector de eBooks de Amazon y uno de los dispositivos estrella a la hora de consumir libros digitalmente--.

Todo esto llega después de que se rumoreara que la tienda fuera a ofrecer un Netflix para libros, y, en parte, se puede decir que es lo que nos encontramos con este servicio, ya que los usuarios tienen que pagar una cuota para ello. No hay que descartar que el mismo vaya a ampliarse, o a ofrecerse como una alternativa a Prime, aunque no parece tener mucho sentido ya que actualmente las cuotas de Prime son bastante asequibles, tanto para usuarios que no pagan un servicio excesivamente caro (79 dólares anuales) como para la propia Amazon, que gana muchos beneficios.

Sin embargo no es oro todo lo que reluce. Tan sólo hay acceso a unos 5.000 títulos, y ninguna de las 6 grandes editoriales ha ofrecido sus títulos para la iniciativa. ¿El motivo? En palabras de su representante, prestar libros podría dañar el sector de las ventas de libros electrónicos. Y digo yo, ¿no será otro caso como el que vimos hace años en contra del streaming musical? Un negocio que no sólo ha demostrado ser rentable sino que es el punto caliente del momento.

¿Puede Amazon acabar con el pirateo de libros de ésta forma? ¿Le dejarán las grandes editoriales?