Así sin más puede sonar surrealista, pero según los informes con los que se han hecho varios medios como el Wall Street Journal o Cnet, las compañías VISA y Mastercard están trabajando en un sistema en la red capaz de vender los datos de los usuarios, sus hábitos de consumo, a los anunciantes. El fin, que estos obtengan una base de los comportamientos de los consumidores y las tiendas a las que acuden.
Los informes hablan de una fase en desarrollo preliminar donde todo girará en torno a una base con historial de cada cliente de las tarjetas. Cada grupo de clientes y según sus hábitos estará situado en uno u otro grupo con el fin de vender la información a empresas de marketing online que ofrecen anuncios basados en los comportamientos. En otras palabras, las cookies, lo más parecido actualmente en el rastreo de comportamientos, pasarían a un segundo plano con este nuevo sistema que tratan de implementar las compañías de tarjetas de crédito.
Eso sí, tal y como anuncian en Wall Street Journal, los planes del programa dividirían a los consumidores en grupos de forma anónima. La "lista de las compras" pasaría entonces a venderse, por lo que no sería muy descabellado decir que cualquiera de nosotros que sea cliente de alguna de las compañías, pasaría a ser mercancía en venta para obtener más dividendos por parte de ambas.
Hasta el momento y desde que los medios se hicieron ayer a la tarde eco de la noticia, ni Visa ni Mastercard han querido comentar nada al respecto. En cambio varios expertos abogados en publicidad han comentado que esta propuesta es totalmente ilegal sin el consentimiento de los consumidores. Iain Connor, de Pinsent Masons, comentaba al respecto:
Bajo las leyes de la Unión Europea de protección de datos, las organizaciones deben tratar los datos personales, ya sean nombres de los consumidores o detalles de sus tarjetas, de forma leal y lícita. Cualquier acción con fines determinados debe ser explícita y legítima. Si las compañías de tarjetas de crédito quieren compartir los detalles de sus clientes y venderlos a los anunciantes, van a tener que explicar cómo van a recolectar los datos de cada uno de ellos y para qué se van a utilizar
Y es que como dice el abogado, lo lógico sería que los clientes supieran de las prácticas y dieran o no su consentimiento, ante lo que probablemente la mayoría no aceptaría. Quizá esta la razón por la que en vez de una nota pública de las compañías, estemos hablando de una filtración en varios medios de comunicación. Tampoco sería la primera vez que operaran bajo el amparo de ninguna ley conocida. La misma WikiLeaks ha tenido que ver como se bloqueaban sus cuentas auspiciadas por el gobierno de Estados Unidos. Les dejo con la interpretación que hacia la organización de Assange estos días sobre las entidades. Quizá no iban nada mal desencaminados con el slogan final del vídeo...