Después del chaparrón del ataque a PlayStation Network, el restablecimiento del servicio y las compensaciones a los usuarios (cuyos datos personales fueron robados y sus datos bancarios expuestos), poco más hemos vuelto a saber de la compañía más allá de haber contratado a un antiguo responsable del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos como nuevo responsable de seguridad de la compañía. Sin demasiada publicidad, Sony decidió ayer variar los términos de uso del servicio en Estados Unidos, introduciendo una claúsula que impide a los usuarios demandar a la compañía de manera colectiva y les obliga a solventar cualquier discrepancia ante un interventor imparcial o un mecanismo de arbitraje, eso sí, de manera individualizada.

Los problemas de seguridad de Sony del pasado mes de abril desembocaron en varias investigaciones de distintas agencias de protección de datos además de demandas de particulares para pedir responsabilidades legales a la compañía por todo lo sucedido. Aunque el servicio se haya restablecido y Sony se haya disculpado con los usuarios las demandas siguen su curso y, en prevención de que todo esto vuelva a pasar, la compañía ha decidido blindarse mediante nuevas condiciones que, normalmente, no son leídas por los usuarios.

De esta forma, aprovechando que los usuarios no suelen leer con detenimiento este tipo de acuerdos, Sony habría eliminado la posibilidad de que un usuario pueda recurrir a la justicia si volviese a ocurrir una situación similar a la de la primavera pasada. Si bien estos cambios sólo afectan a Estados Unidos, no sería nada descabellado pensar que pudiesen aplicarse en otros países en los que el servicio opera y encontrarnos cosas como que el usuario se compromete a no denunciar a la compañía y cualquier problema o reclamación se dirimirá de forma privada entre la compañía y los usuarios (sección 15 de los términos de uso). De hecho, los usuarios que acepten el contrato, y deben hacerlo si quieren acceder a PlayStation Network, se comprometen a no formar parte de reclamaciones o acciones colectivas contra la compañía.

Al leer estas condiciones tan abusivas, la verdad, entran ganas de no usar el servicio. Supongo que para no ser tachados de abusivos, la compañía señala que el que no esté de acuerdo con la renuncia a su derecho de emprender acciones legales puede solicitar la no aplicación de estas clausulas mediante la notificación escrita en un plazo inferior a 30 días.

Todo esto me parece un atraco a mano armada y, de verdad, espero que no se extienda por el resto de países en los que PlayStation Network opera porque, quizás, choque con alguna que otra legislación nacional. Como ya comentamos cuando Dropbox cambió las condiciones de su servicio, el usuario está obligado a saber dónde se mete y, por tanto, debería prestar atención a este tipo de acuerdos (por muy aburridos que sean porque, precisamente, se hacen aburridos para que no sean leídos). Creo que nadie debería renunciar al derecho de poder reclamar ante las autoridades, es un derecho fundamental que ni tan siquiera Sony puede hacernos olvidar entre tanta palabrería.

Ojalá les paren los pies en Estados Unidos.

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