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Nuevo reporte de resultados de RIM, esta vez correspondiente al segundo trimestre del año fiscal 2012, y nueva decepción, aún más importante que la que dieron con los resultados para el primer trimestre: tanto las ventas como las ganancias se han quedado bastante por debajo de lo esperado por los analistas y de las previsiones de la propia compañía (y eso que primero en abril y después en junio ya las recortaron).

Concretamente los ingresos para el Q2 ascendieron a un monto de 4.200 millones de dólares, una caída del 15% respecto a los 4.900 millones de dólares obtenidos hace tres meses. En cuanto a los beneficios netos, la sangría es impresionante; han pasado de 695 millones de dólares en el Q1 a 329 millones de dólares en el ejercicio que nos ocupa, cifra que suena todavía más dramática si la compramos con los 797 millones de dólares de beneficios que consiguieron en el mismo periodo del año pasado.

Y es que por un lado su tableta BlackBerry PlayBook y por el otro los terminales más antiguos de la compañía son dos pesos muertos que están arrastrando a RIM hasta lo más hondo.

Los analistas estimaron en su día que RIM distribuiría aproximadamente 600.000 tabletas PlayBook en el ejercicio que nos ocupa, pero finalmente la cifra se ha quedado muy por debajo, en 200.000 unidades. Si nos fijamos en terminales, más de lo mismo; la propia empresa esperaba enviar entre 11 y 12,5 millones de dispositivos BlackBerry y finalmente se han quedado en tan solo 10,6 millones. Sobre esto último, el propio Jim Balsillie, co-CEO de RIM, comentó que:

Los envíos globales de unidades durante el trimestre fueron ligeramente inferiores a nuestro pronóstico debido a una disminución de la demanda para los modelos más antiguos.

En resumen, otro clavo más en el ataúd. ¿Qué piensa hacer RIM ante semejante panorama? Dos cosas; la primera, recortar el precio de la BlackBerry PlayBook lo que en teoría debería reactivar las ventas como ha ocurrido con la HP TouchPad, y la segunda empezar a utilizar el sistema operativo QNX con lo que la venta de smartphones n teoría debería mejorar ya que es un software bastante más potente que el actual que además soportará aplicaciones Android.

Lo que está claro es que RIM debe apostar fuerte por el software y lo debe hacer ya. Les está pasando exactamente lo mismo que a Nokia. Se han quedado anclados en el pasado y están tardando demasiado en darse cuenta de que el hardware ha perdido importancia, ahora lo vital es enfocarse en lo que ocurre dentro de los dispositivos y proporcionar un ecosistema de aplicaciones poderoso que amplíe los posibles usos de los terminales.