Charles Babbage (1791-1871) fue un matemático británico que también realizó incursiones en el mundo de la computación, llegando a diseñar (y construir parcialmente) una máquina de vapor para calcular tablas de números. Entre su extensa obra hay una que destaca especialmente, la Máquina analítica. Esta máquina en la que Babbage trabajó desde 1816 hasta su muerte, jamás fue construida y no porque no terminase su diseño (que no dejó de depurar hasta que llegó la hora de su muerte) sino porque, en aquella época, sus detractores pensaban que podía utilizarse con fines bélicos. El Museo de Ciencias de Londres, custodio de la obra de Babbage, ha decidido sumarse al proyecto de construcción de la Máquina Analítica de Babbage y, para ello, digitalizará los planos originales de este genio de las matemáticas.

El Museo de Ciencias de Londres exhibe parte de las máquinas de cálculo inconclusas de Babbage y, además, conserva gran parte de los bocetos y cuadernos de notas del matemático, sin embargo, esta información nunca ha estado accesible para su consulta. La idea es que al juntar toda esta información dispersa, junto a otras fuentes contemporáneas, se puedan contar con los suficientes recursos documentales como para abordar, casi 200 años después, la construcción de este computador del siglo XIX.

Esta máquina, según cuentan las crónicas, iba a funcionar mediante un motor a vapor y hubiera tenido una envergadura de 30 metros de largo por 10 de ancho. Es impresionante, teniendo en cuenta la época, que la entrada de datos fuese mediante tarjetas perforadas y la salida se realizase mediante una rudimentaria máquina de impresión, contando además con una unidad aritmética capaz de procesar datos decimales con coma fija y una memoria capaz de almacenar 1.000 números de 50 dígitos cada uno. Pero, realmente, lo más interesante es que esta máquina se había diseñado para funcionar con un lenguaje parecido al ensamblador, toda una maravilla que quizás llegue a cobrar forma.

De hecho, el hijo de Babbage, en 1910, comentó que parte de la máquina había podido ser construida y utilizada para calcular una lista de múltiplos del número Pi pero con errores, hecho que demostró las posibilidades de esta máquina si se hubiese podido construir por completo.

Según John Graham-Cumming, que lidera este proyecto de reconstrucción:

Hay algunos planos que sí están completos, otros no tanto y, por consiguiente, habrá que asumir cierto grado de interpretación. [...] La máquina en sí va a ser enorme, del tamaño de un pequeño tren de vapor por lo que, antes de su construcción, habrá que realizar varias simulaciones que permitan evaluar la viabilidad del proyecto

Charles_Babbage_1860

No es la primera vez que se proyecta la construcción de alguno de los ingenios de Babbage. En 1991, el Museo de Ciencias de Londres trabajó en la construcción de la Máquina Diferencial Nº2 entre 1989 y 1991 y, precisamente, Doron Swade, conservador del museo y líder de la primera implementación, también colaborará en este nuevo proyecto.

Este proyecto es mucho más complejo, si la máquina diferencial es como una calculadora, la máquina analítica está mucho más cercana a una computadora que, según Graham-Cumming, podría tener las siguientes características:

675 bytes de memoria iniciales, aunque existe un rediseño con 20 KB de almacenamiento Una velocidad de procesador de 7 Hz

La Máquina Analítica es, en realidad, un dispositivo muy rápido porque es un dispositivo mecánico realizado a partir de ruedas dentadas, por tanto, Babbage realizó el diseño de algo muy potente para su época. Está claro que hoy en día contamos con máquinas mucho más potentes.

El proyecto me parece algo muy bonito y espero que, ojalá, llegue a buen puerto porque sería fantástico poder ver funcionar la máquina que Babbage tenía en su cabeza. Por ahora no hay plazos fijados para llevarlo a cabo, de hecho, se encuentran en una fase muy temprana que podría durar hasta 5 años. Lo que sí se sabe, al menos, es la fecha de finalización, que se estima en 2021, año en el que se conmemorará el 150 aniversario de la muerte de Charles Babbage.

Charles Babbage recogió en su autobiografía lo siguiente:

Tan pronto como exista una Máquina Analítica, será necesario redirigir el futuro curso de la ciencia

Y, realmente, no se equivocó porque los computadores cambiaron nuestro mundo.