Gremlins y su paso en el tiempo

No todo el mundo es feliz en Navidad, mientras unos abren sus regalos, otros se abren sus venas...

Hoy toca una de esas películas que probablemente todos hayamos visto. A medio camino entre el género de la ciencia ficción, la comedia y el terror, Spielberg respaldó en 1984 un blockbuster rompedor, único y diferente. Moldeando la figura de una de las criaturas mitológicas de la cultura popular de los países anglosajones, el trío formado por el creador de ET, Columbus y Joe Dante le daban a toda una generación una película fantástica, un cuento con moraleja que nos hablaba de la responsabilidad de tener una mascota. Los Gremlins inundaban los cines y con ellos nacía un nuevo icono pop y una de las referencias de nuestro tiempo en la cultura popular.

Como decía, para la construcción de estos personajes se basaron en la criatura ya existente en los países de habla inglesa. Una figura mitológica que proviene de un antiguo cuento de 1920 que se dio entre dos pilotos durante la Segunda Guerra Mundial. El cuento trataba de explicar los accidentes de la época, de manera que los Gremlins eran los causantes de los mismos. Más tarde sería el escritor Roald Dahl el que popularizaría en 1943 a estas criaturas con su libro infantil The Gremlins que sería publicado por Walt Disney Productions. De ahí pasamos finalmente a 1984 con la aparición de Gizmo y el resto de "mascotas".

Este año se cumplen 27 años de su estreno. Casi tres décadas del lanzamiento de un filme que no ha envejecido nada mal. La gran mayoría de los que disfrutamos con la cinta recordaremos muchas de sus míticas escenas, muchas de ellas extremadamente violentas para la categoría que se le presuponía. Junto a otras obras de la época, quizá uno o dos peldaños por encima los Goonies o Ghostbusters), podemos decir que estamos ante una de las grandes superproducciones del cine fantástico de los 80. Seguramente recordada con mucho cariño por quienes pasamos la treintena, los Gremlins comenzaban con la siguiente sinopsis:

Rand es un viajante que un día regala a su hijo Billy una tierna y extraña criatura, un mogwai. El inocente regalo, sin embargo, será el origen de toda una ola de gamberradas y fechorías en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Todo empieza cuando son infringidas, una tras otra, las tres reglas básicas que deben seguirse para cuidar a un mogwai: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que le dé la luz del sol...

Como decía, la película no ha envejecido nada mal con el paso del tiempo. El trabajo artístico en la creación de los gremlins fue alabado y reconocido llegando a otorgar a Chriss Wallas el prestigioso premio Saturn.
Esa dualidad existente en la trama, conjuntando varios géneros en una misma película, fue todo un éxito de taquilla. No así por parte de la crítica, la cual argumentaba que si el filme se dirigía a los más jóvenes (su calificación inicial fue para todos los públicos) se trataba de una película demasiado violenta. Finalmente y tras presiones de la MPAA se cambió la calificación de la cinta.
La película costó 11 millones de dólares y recaudó más de 148 millones de dólares.
Fue la primera cinta tras muchos años donde volvía a aparecer el logo del escudo de la Warner.
Cuando Billy cuenta que compró un cómic de Dr. Fantasy se trata de un guiño al apodo del productor ejecutivo Frank Marshall.
El hombre que monta en bicicleta en la escena de la convención de inventores no es otro que George Lucas.
El ojo de Spielberg para crear un nuevo icono quedó reflejado en la figura de Gizmo. En un principio Gizmo se convertiría en Stripe al comer después de medianoche. Spielberg decidió que no se transformara y fuera así el héroe de la película.
La popularidad del filme y su segunda parte derivó en la aparición de los Gremlins en los videojuegos de la época. El famoso Atari 5200 o la Gameboy y la NES fueron algunas las aventuras que surgieron en el ámbito del ocio electrónico:

Al final de la cinta, cuando el tendero chino coge a Gizmo, la mascota dice la palabra Baba, que significa Papá en chino.
Con el fin de que la película llegara a todos los públicos, los guionistas rebajaron la violencia inicial de los primeros escritos. En el original habían decapitaciones de humanos y canibalismo. Un primer guión original más enfocado al género de terror con un punto gore.
Spielberg también aparece en el filme. Durante la convención de científicos, en la escena donde el padre de Billy habla por teléfono, el director es el conductor del automóvil moderno que pasa por delante.
Los nombres de lo gatos de Deagle hacen referencia a distintas unidades monetarias.
Antes de que Zach Galligan se hiciera con el personaje de Billy se pensó en los actores Judd Nelson y Emilio Estevez.
¿Qué pasaría si los Gremlins aparecieran en otros míticos filmes como los Goonies o Indiana Jones? Aquí la respuesta en un curioso proyecto que llevaron a cabo los fans de las criaturas...

Existe una trama que se llegó a rodar pero que finalmente no pasó por el corte final. Se trataba de una serie de escenas donde Deagle intentaba comprar las casas de Kingston Falls para construir una central nuclear.
Un pequeño fallo que podemos ver si lo pasamos a cámara lenta. En el momento en el que uno de los Gremlins tira un árbol de navidad se puede ver como una persona es la que realmente tira el árbol.
La anciana que aparece en el banco es un guiño homenaje a la bruja del este de El Mago de Oz.
El amigo de Billy que rompe con una de las famosas reglas de las mascotas no es otro que Corey Feldman, el famoso "bocazas" de los Goonies.
Comerciales, libros, grabados, videojuegos, muñecos... con el tiempo la figura de estas mascotas han pasado por prácticamente todo tipo de merchandising que le han reportado a la Warner grandes cifras de dinero...

Para finalizar esta pequeña retrospectiva del universo Gremlins dos vídeos. El primero se trata del trailer original de 1984. El segundo es un vídeo tributo a la original y su secuela con el famoso hit de Michael Sembello Mega Madness.