Era sólo una cuestión de tiempo. Tarde o temprano, el mundo tendría que reconocer una realidad apabullante. La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas ha aceptado que el acceso a Internet es un derecho humano. A través de una declaración emitida por el relator Frank La Rue, el organismo internacional ha instado a los gobiernos de todo el planeta a que garanticen el acceso a sus ciudadanos.
Naciones Unidas ha condenado a los países que filtren o bloqueen contenidos en Internet, ya que considera que, al permitir que los individuos ejerzan su derecho a opinar y expresarse --y en muchos casos, a disentir-- es una herramienta que impulso el progreso social. "Asegurar el acceso universal del internet debe ser una prioridad de todos", mencionó La Rue al dar a conocer esta declaración.
Entonces, ¿esto significa que veremos sanciones de las Naciones Unidas contra países que no garanticen este derecho humano? No lo sé, pero es probable que se lancen contra los mismos regímenes de siempre, como China. Sin embargo, quizá la ONU debió ser más específica. No se trata sólo de garantizar el acceso a la infraestructura de telecomunicaciones (Internet), sino al contenido (web).
Como dijo Tim Berners-Lee en una conferencia dictada en abril de 2011, se trata de una extensión del derecho al conocimiento. En este sentido, la invitación a los diferentes Estados no sólo radica en fomentar el uso de la red, sino a emprender acciones como vigilar los precios de las tarifas de acceso y de mantener la neutralidad. Estas tares son las más difíciles, pues no sólo involucra a los intereses políticos, sino de otros actores como las industrias y las transnacionales.
Por cierto, la ONU también ha pedido que los países cuenten con un marco legal regulatorio para tipificar y sancionar los delitos en Internet. Esta petición se da en el contexto de los múltiples ataques que han recibido entidades como Sony por parte de grupos de hackers. Éste es el punto más cuestionable de la declaración, pues si bien se defiende a ultranza el derecho de información a través de Internet, quedan severas dudas sobre cómo actuar en caso de protesta o desobediencia civil.