El pasado viernes 11 de marzo Japón fue golpeado por la catástrofe en forma de terremoto primero y tsunami después. Concretamente corrían las 14:46 h (hora local) cuando un sismo de 8,9 de magnitud sacudió durante aproximadamente dos minutos la agrupación de islas y a este le siguió algo todavía peor al poco tiempo: una sucesión de olas gigantes que impactaron de lleno contra la costa noreste del país.

Dichas olas, que se produjeron como resultado del terremoto, fueron la verdadera fuerza destructora. Según los científicos siete grandes tsunamis con lenguas de agua de hasta 13 metros de altura penetraron unos 40 kilómetros en el interior de Japón por la costa arrasando todo a su paso, incluida la central nuclear de Fukushima sobre la que desde entonces el planeta tiene fijada su mirada.

Pero lo relatado solamente es un resumen muy resumido de los hechos y sus consecuencias que no deja ver la auténtica magnitud de la catástrofe así que a modo de conmemoración ahora que ha pasado un mes --para no olvidar-- seguidamente os dejo una recopilación de cifras y otros datos relacionados con el desastre junto a ración de imágenes y alguna conclusión final positiva.

Las cifras del desastre

  • Según las últimas cifras proporcionadas por la policía japonesa el número de víctimas mortales asciende a 13.116, hay 14.377 desaparecidos y cerca de 147.000 desplazados desperdigados por 2.350 refugios

  • Se calcula que las labores de reconstrucción le costarán a Japón cerca de 300.000 millones de dólares

  • A día de hoy todavía hay 270.000 hogares sin luz, muchos de los cuales también siguen con problemas en el abastecimiento de gas y agua

  • La amenaza de una desastre nuclear unido al terremoto y el tsunami ha provocado que el número de turistas caiga en picado; en marzo del año pasado Japón recibía de media 15.500 extranjeros por día, ahora 5.000

  • El 11 de marzo el índice Nikkey de las 225 principales empresas superaba los 10.000 puntos. Este lunes cerró en bajada del 0,50% quedando en los 9.719,70 puntos

  • Como consecuencia del seísmo y posterior tsunami 11 de los 51 reactores nucleares que hay en Japón tuvieron que parar sus actividades

  • El Banco Central japonés tuvo que inyectar pocos días después del terremoto 184 mil millones de dólares en el sistema bancario del país para que la encomia no se derrumbase

  • En las primeras horas el Gobierno de Japón desplegó cerca de 100.000 soldados por las zonas más afectadas para ayudar a los damnificados

  • 76.000 edificios sufrieron daños de diversa consideración y 6.300 quedaron completamente destruidos

  • Al menos 38 organizaciones no gubernamentales de 16 países han enviado ayuda monetaria al país

Otros datos

  • El seísmo del viernes 11 de marzo fue el peor de la historia de Japón y el quinto más importante de la historia mundial desde que se registran estos fenómenos

  • La violencia del terremoto no solamente provocó olas gigantes; también desplazó el eje de la Tierra 25 centímetros y acortó la duración de los días en 1,8 microsegundos

  • Las costas de América del Norte sufrirán daños como consecuencia de la desgracia japonesa ya que una parte importante de los escombros que se tragó el mar viajan ahora por el Pacífico dirección al continente. Concretamente se calcula que desde ahora hasta el 2016 irán llegando oleadas de desechos a las costas de Hawai, California, Columbia Británica, Alaska y Baja California

  • Varias tecnológicas vieron trastocadas sus operaciones a causa del terremoto y el tsunami siendo Sony una de las más afectadas

  • La industria del automóvil también fue otra de las grandes perjudicadas. Por ejemplo Nissan, Honda y Toyota se vieron obligadas a parar la fabricación durante días

Imágenes

Aunque seguramente muchas de las siguientes imágenes ya las conozcáis merece la pena volverlas a ver ya que son la representación gráfica de todo lo dicho hasta aquí:

Conclusiones

Por último, aunque ha quedado claro que estamos ante una catástrofe de grandes proporciones que ojalá no se hubiera producido, voy a cerrar con optimismo ya que como pasa con casi cualquier cosa el tsunami y terremoto sufridos en Japón también han dejado cosas “buenas”.

La primera consecuencia buena en mi opinión nacida directamente del desastre japonés es que los gobiernos de todo el mundo se están planteando de forma seria los pros y contras de la energía nuclear. Algunos incluso, como el de Alemania, ya han manifestado su intención de no construir nuevas centrales e ir desmontando las que están en funcionamiento progresivamente para sustituirlas por fuentes de energía renovables. Es decir, que la catástrofe de Japón ha impulsado las renovables y conseguido que muchos altos dirigentes se tomen mucho más en serio los peligros de la nuclear.

Por otro lado el segundo beneficio producto del desastre son sin ninguna duda las tremendas lecciones de civismo, convivencia y trabajo retransmitidas en vivo y en directo por televisiones, radios e Internet que la sociedad japonesa ha dado al planeta entero.

Y ya solamente me queda por añadir una última cosa: aguante Japón.