La mayoría de la gente piensa que la ciencia matemática es una de las más complicadas y confusas y que los matemáticos sólo son útiles cuando se trata de ciencia “dura” e ingeniería. Pero si nos ponemos a pensar un poco podríamos darnos cuenta que –yal vez-- la manera de pensar de los matemáticos podría beneficiarnos como sociedad para combatir el racismo y los prejuicios.
Para pensar un poco sobre esto, déjenme contarles un chiste.
Un astrónomo, un físico y un matemático se dirigen a un congreso de ciencias en Nueva Zelanda. Después de haber llegado los tres de ellos suben a un tren para llegar a su destino, en el camino ven por la ventana una oveja negra.
El astrónomo rapidamente dijo “Miren, las ovejas en Nueva Zelanda son negras” a lo que el físico replica –corrigiendo al astrónomo-- “No, no todas las ovejas en Nueva Zelanda son negras, sólo algunas de ellas lo son”. El matemático, realmente molesto por la manera de pensar de sus compañeros los corrige y diciendo “No, en Nueva Zelanda hay por lo menos una oveja y al menos uno de sus lados parece ser negro”.
Sí, los matemáticos nos recuerdan que sólo conocemos el lado de la oveja que estamos viendo. Este chiste –que originalmente trata de mofarse de la tendencia de algunos matemáticos a no hacer generalizaciones incluso si parecen razonables, nos da otra importante lección que podemos aprender.
Hace algunos años un compañero francés estaba trabajando como voluntario en una fundación de la Ciudad de México. Para su desgracia le robaron su mochila mientras estaba en un café del centro de la ciudad; en ella llevaba un reproductor de música, una agenda electrónica y su pasaporte. Tuvo que reportar su pasaporte como robado ante la policía para poder ir a la embajada de su país a que le dieran uno nuevo.
Yo lo acompañé en algunos de estos trámites y lo que más me llamó la atención fue ver cómo decía que México es una ciudad extremadamente insegura y que este país estaba lleno de ladrones, cuando estoy seguro que fue un evento desafortunado, pero no generalizado.
Pero esto no es lo que la mayoría de nosotros pensaría, normalmente tendemos a generalizar y como agentes externos a una situación siempre tendemos a enfocarnos en lo negativo. Cuando experimentamos algo malo que tiene que ver con gente fuera de nuestros grupos –amigos, compañeros, país, etcétera-- tendemos a decir que todos los que pertenecen a ese grupos son malas personas, así como el astrónomo dijo que todas las ovejas en Nueva Zelanda son negras.
Pero en realidad no podemos (más bien, no debemos) generalizar. Un grupo –sea cual sea-- tiene muchas personas con diferentes personalidades y al mirar en algunos de los grupos más cercanos a nosotros podemos confirmarlo. Hay gente buena (y a veces mala) en todos lados.
Las palabras del matemático al hablar de sólo un lado de la oveja nos recuerdan otra gran verdad. Incluso si observamos a una persona, sólo vemos un lado de ella y nuestra observación podría estar incompleta. Incluso las personas más molestas pueden tener algo bueno (por muy escondido que a veces parezca estar).
Quizás mucha gente ve a las matemáticas como algo ajeno a la realidad. Pero pensar como matemáticos es más que hacer operaciones y buscar soluciones a grandísimas ecuaciones. Para muchos las Matemáticas más que una ciencia, son un estilo de vida.