Tranquilos, no es que los robots se revelaron y decidieron romper la primera ley de Asimov que dice que no un robot "no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño". Es que un científico ideo la forma de que los robots apredan sobre el umbral de dolor de los seres humanos, desde la pura experimentación práctica: haciendo que los golpeen. Pero todo esto, como dice Borut Povše el hombre a cargo de la investigación, es justamente para que sepan como se ve el dolor, y poder cumplir el mandato y no andar dañando seres humanos sin darse cuenta.
Incluso los robots diseñados según las leyes de Asimov pueden chocarse con la gente. Estamos tratando de asegurarnos que cuando lo hagan, la colisión no sea muy fuerte. Estamos tomando los primeros pasos para definir los límites de velocidad y aceleración de robots, y el tamaño y forma ideal de las herramientas que usan, para que pueda interactuar en forma segura con los humanos.
Suena algo siniestro y cuestionable, pero el equipo de investigación que lleva las pruebas a cabo en Eslovenia recibió aprobación ética por parte de la Universidad de Ljubljana para trabajar en esto. Además de la aprobación, convenció a seis colegas para que se dejen golpear por un brazo robótico Epson que generalmente se usa en líneas de ensamblaje.
El robot estaba programado para moverse hacia un punto ocupado por el brazo de uno de los voluntarios para chocarlo, una suerte de puñetazo un tanto extraño. Cada participante fue golpeado 18 veces por el robot con diferentes energías de impacto, con diferentes herramientas colocadas en el brazo robótico (más o menos afiladas). Luego los voluntarios tuvieron que juzgar en una escala de: nada doloroso, leve, moderado o dolor intolerablemente horrible. La mayoría de los golpes entraron en las categoría de moderados a leves. En adelante continuarán haciendo pruebas con un brazo humano artificial, para probar ya golpes más violentos para terminar de definir la velocidad en la que debería moverse un robot cuando percibe un humano cerca, para no lastimarlo de llegar a chocarse, y en base a ello establecer un límite para futuros diseños de robots.
Suena medio rara la metodología utilizada, pero supongo que tiene sentido en que es importante medir este tipo de cosas para que los robots de este tipo puedan operar cerca de las personas con el mínimo de riesgos posibles, lo delicado es que el umbral de dolor puede diferir mucho de persona a persona, pero bueno, por algún lado se empieza.