Si tienes aproximadamente entre 14 y 30 años (y si no, lo más seguro es que también), vives en España y sabes lo que es una Blackberry probablemente sepas de lo que hablo con sólo leer el título. El 'Curioso Caso de las Backberry en España', que es como me he tomado la libertad de titular el post en honor a esa película algo mediocre de Brad Pitt es una de esas veces en las que viralidad, la tecnología y el azar se entremezclan para dar lugar a una historia de lo más curiosa que realmente nadie había previsto unos meses atrás, ni siquiera la propia Blackberry. ¿De qué va todo esto? Bien, hoy por hoy, y en un fenómeno que se extiende por todo el país prácticamente de la noche a la mañana, casi todo joven en España se ha comprado una Blackberry, es absolutamente increíble.
Como buen geek y amante de los smartphones y los sistemas operativos móviles siempre me gusta echar un vistazo a los teléfonos que tienen mis compañeros de clase, no sólo los más avanzados o los últimos modelos sino especialmente cómo adopta gente que no es tan tecnófila como yo algo tan aparentemente poco importante como un teléfono móvil, aunque en realidad sea, como explicaré después, vital para estudiar un poco como se democratiza la tecnología. Por ejemplo, en una tendencia que todavía continua, casi nadie tenía ni tiene un teléfono con Android en cambio si podían verse varios iPhones (estoy hablando siempre del sector joven, de lo que veo en clase, esto no es una crítica encubierta iPhone vs. Android) y las Blackberry eran un caso también bastante aislado aunque estaban asísimismo por encima de Android y por debajo de Android.
Llegados a este punto de la historia, aunque me he referido siempre a la marca de manera genérica en realidad es más justo hacerlo con sólo un modelo, la Blackberry Curve 8520. Las razones son porque este es el modelo que las tres operadoras principales (Movistar, Orange y Vodafone) empezaron a ofertar a unos precios bajísimos y de manera casi compulsiva, debido a esto cada vez más jóvenes empezaron a interesarse por un terminal que no sólo estaba muy bien en relación calidad precio sino que además, gracias al gran Blackberry Messenger te permite estar interconectado con tus amigos por un pequeño precio al mes que será más caro o menos, más justo o menos justo, pero que desde luego es infinitamente menor que el dinero al mes que gastaba un joven medio de España enviando SMS, un formato mucho más obsoleto, que no es en tiempo real y que no permite seguir la conversación, sólo mensajes aislados.
Así, es como en un golpe de suerte y de casuística, lo que tradicionalmente siempre ha sido un teléfono más para empresarios se convierte en el teléfono estrella de los jóvenes, un movimiento que estoy seguro y como decía al principio que ha pillado hasta la propia Blackberry por sorpresa. Y dejando a un lado el tema de las marcas ¿Por qué es tan bueno todo esto? Porque supone un paso grandísimo en la dirección de democratizar la tecnología, de que de repente muchísimos más jóvenes tienen acceso a internet móvil y a las ventajas que este ofrece, que tienen acceso a Twitter por ejemplo de maneras en las que no tenían hace sólo unos meses. Y, por supuesto, luego está el hecho de que Blackberry se está frotando las manos mientras otras compañías ven desesperadas como disminuye la cuota de mercado, habrá que esperar a ver qué movimientos hacen para combatirlo, os aseguro que se avecina una guerra de lo más interesante.