El otro día os hablábamos en ALTFoto de la diferencia entre los sensores FullFrame y APS-C haciendo referencia al tamaño de los sensores y la importancia que esto tiene en el famoso 'factor de multiplicación', pero no entramos a describir las diferentes tecnologías de las que pueden estar compuestos estos sensores y pienso enmendarlo hoy mismo.

En primer lugar vamos a entender qué es un sensor digital y cómo funcionan pero centrándonos sólo en el de disparo único, que se diferencia del sensor de exposición múltiple en que necesita realizar una interpolación para crear una imagen en color con la consiguiente perdida de 'pureza' que esto implica.

El sensor digital es una pequeña matriz de celdillas perfectamente alineadas en columnas y filas que son sensibles a la luz (y no al color como cabría pensar), es decir, nos devuelven una intensidad eléctrica según la intensidad de luz que reciben. Para hacer que estas celdas sean sensibles al color lo que se hace es poner un pequeño filtro Rojo, Verde y Azul (Red, Gren, Blue=RGB) encima de cada una de ellas y de este modo se hacen sensibles a un color nada más.

El problema es que entonces al dividir el número total de celdas entre tres colores el sensor se nos queda reducido a un tercio de su tamaño por cada color, y que por tanto al capturar la imagen, nos quedarían agujeros de imagen sin rellenar, como pequeños vacíos carentes de la información de los otros colores. Para resolver esto lo que se hace es 'inventarse' la información de color de esos agujeros en función del color de los píxeles que le rodean (a este proceso lo llamamos 'interpolación'), creando así una imagen completa del mismo tamaño que el sensor empleado y para realizar esto existen dos tecnologías diferentes:

CMOS

La principal característica de este tipo de sensor es que la interpretación de esa intensidad eléctrica que nos da cada célula (señal analógica) se realiza en el mismo sensor e independientemente para cada una de las celdas, es decir, no necesita un conversor analógico-digital externo para realizar esta función puesto que este va integrado en el sensor con el consiguiente ahorro de fabricación que esto supone, siendo esta junto a sus características estructurales sus mayores ventajas.

CCD

A diferencia del CMOS, este tipo de sensor transmite la información de cada célula a las contiguas en filas y columnas hasta los laterales del sensor, donde se recoge esta información y se envía al interpolador externo con la consiguiente contaminación o blooming que se produce al pasar información de un píxel a otro contiguamente (sobretodo a altas o bajas intensidades de luz ). Sin embargo a diferencia de los CMOS, cada píxel de un sensor CCD es más sensible a la luz y en conjunto dá mayor calidad de imagen.

Entre otras muchas diferencias, el uso mucho más eficiente de la energía de los sensores de tipo CMOS que la de los CCD los hace mucho más atractivos para los dispositivos portátiles como las cámaras fotográficas haciendo que dadas las ventajas de fabricación y de implementación, los fabricantes hoy en día estén invirtiendo mucho tiempo y dinero en mejorar esta tecnología y hacerla superior al CCD.

En definitiva, dos tecnologías distintas que parece que se encaminan a representar el pasado y el futuro de la fotografía digital y que aún tienen muchos campos por explorar. ¿Qué nos deparará el futuro?

Foto: Fox O'Rian

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