Si hay un lenguaje del que no hace falta hacer prácticamente ninguna introducción es C++. Desde sistemas operativos a alguno de los videojuegos más populares, prácticamente todo está escrito en esta "extensión" de C que añade básicamente al lenguaje original el concepto de clases (y mucho más, claro está). El lenguaje fue escrito en 1979 por Bjarne Stroustrup en (dónde iba a ser) AT&T Bell Labs y la revista Wired no tuvo mejor idea que hacer a Stroustrup una excelente entrevista en la que habló de todo. Bueno, de software y programación en realidad.
Primero, no podía ser de otro modo, habló sobre los orígenes del lenguaje, recordando que fue escrito para él y sus colegas, quienes tenían una serie de problemas cuya solución sería demasiado engorrosa en un lenguaje procedural de bajo nivel como C. "C++ fue el único lenguaje avanzado de su época sin una organización de marketing" y añade que de haberlo intentado, cada laptop hoy podría contar con otro sticker más con la leyenda "C++ Inside". Un poco exagerado quizás, pero conozco algunas personas a las que no les parecería mala idea. Y si bien reconoce que el crédito por inventar la programación Orientada a Objetos no le pertenece, cree que sí es responsable por hacerlo masivo (y creo que todos vamos a coincidir con él una vez más).
La entrevista se pone interesante cuando le preguntan por la utilidad y la belleza del software. Aquí, Stroustrup responde:
El éxito de un lenguaje no se mide por la belleza de sus declaraciones o por cuán elegante pueda ser. Para mí, la principal satisfacción viene de la implementación de aplicaciones interesantes, verdaderos desafíos que quizás no podrían haber sido escritos sin C++, o cuyo desarrollo podría haberse demorado algunos años sin la existencia de un lenguaje como él.
Y en cuanto a la importancia en sí del software:
Cuando está bien hecho, el software es invisible. Hay varios procesadores en mi cámara digital, pero no pienso en ella como en un ordenador. Hay decenas de procesadores en un auto moderno, pero seguimos pensando en él como en un auto.
En general, creo que la gente no aprecia lo mucho que dependemos en el software hoy en día. Dada la complejidad de la sociedad moderna y los sistemas de transporte, no exagero al decir que la mayoría de la población simplemente moriría de hambre sin software, además de que tampoco tendríamos electricidad, calor ni teléfonos.
Clarísimo, ¿no? Es un hecho que a veces olvidamos, creyendo que los únicos ordenadores son aquellos en los que entramos a Facebook... De todos modos, para no pecar de demasiada seriedad, me gustaría terminar la entrada con una porción de la entrevista en la que también estoy de acuerdo, aunque no lo estará la mayoría. Refiriéndose a los smartphones y a los dispositivos móviles, el creador de C++ (quien confesó utilizar una laptop con Windows y un ordenador de escritorio con Linux, dijo:
Sospecho que son igual de positivos que de molestos. Está muy bien que podamos tener en nuestras propias manos una ayuda que nos permita saber cómo llegar a determinado lugar y qué esperar de él, pero estar siempre conectados, siempre disponibles, siempre listos para ser interrumpidos, se mete en el camino. Necesito tiempo para reflexionar en silencio.
Claro que no critica la tecnología, si no el simple uso extremo, que tantos problemas de atención está causando últimamente. Si quieren ver la entrevista completa (en inglés), pueden hacerlo desde Wired.
Vía: k0001