Aunque a muchos nos suena a chino la primera vez que oímos hablar de él, el fotómetro está presente casi desde el momento en que un fotógrafo coge una cámara, sobretodo una digital. Técnicamente, un fotómetro es todo aquel dispositivo que nos sirve para medir la intensidad de la luz y esto, como es obvio, es algo fundamental para la fotografía.

Existen fundamentalmente dos tipos de fotómetro distintos: el fotómetro de luz incidente y el de luz reflejada. Cada uno de ellos tiene sus aplicaciones y sus usos específicos, pero con el de luz reflejada seguro que ya has tenido contacto, ¡es el exposímetro de tu cámara!

Seguramente el fotómetro de luz reflejada más conocido es el 'fotómetro de spot', que es muy usado en cine. Este fotómetro cuenta con un visor a través del cual miramos para apuntar a la superficie cuya intensidad de luz reflejada queremos conocer. La luz, que viaja a través de un sistema de espejo en prisma parecido al de las cámaras reflex, acaba impactando sobre el sensor del fotómetro que nos da la lectura a distancia. Como habrás deducido, este mismo sistema, en una versión más básica, combinado con un programa que tiene en cuenta los parámetros de exposición seleccionados es el exposímetro de nuestra cámara (también conocido como fotómetro interno).

En el grupo de los fotómetros de luz incidente el más conocido es el fotómetro de mano (o de estudio), que es un dispositivo en el cual el sensor se expone directamente a la fuente de luz (o cubierto por la calota) y nos da una lectura de la luz que llega directamente a ese punto. Este fotómetro es utilizado en estudio porque se puede configurar para que nos dé una lectura de la intensidad de luz que baña la escena cuando disparamos nuestros flashes, o bien por medio de un cable disparador que los lanza en el momento en que apretamos el botón de la medición o bien por un sistema automático en el que realiza la medición al recibir el destello.

En ambos casos, el fotómetro nos da la información de la cantidad de luz 'traducida' al idioma de un fotógrafo, diciéndonos la apertura que tendríamos que usar en base a la ISO que le hemos indicado que estamos utilizando para conseguir una exposición correcta.

Como veréis es sin duda un buen amigo a tener en cuenta a la hora de realizar nuestras fotografías, y aunque contamos con un hermano pequeño completamente funcional dentro de nuestras cámaras, si tenéis oportunidad, no dudéis en probar a utilizar uno y a 'jugar' un poco con él. ¡Veréis como os convence sin esfuerzo!

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