Hace unos días, Twitter presentó una nueva funcionalidad mediante la cual el servicio te sugiere a quién seguir. Imitando el mismo modelo de Facebook, Twitter te despliega en la versión web una barra de contactos que podrían interesarte. Contrario a la lista de usuarios sugeridos ---elegidos normalmente por su prominencia y popularidad---, las personas elegidas en esta sección son resultados relativamente personalizados. La lógica es simple: si varios de tus contactos lo siguen, problablemente a tí te interese.

Comenzaré por las reacciones. No sé cómo les haya pasado a ustedes, pero en mi timeline la gente no está muy contenta con la nueva función. A mí me parece una excelente forma de robustecer redes, aunque admito que prefiero seguir una recomendación personal que hacerle caso a un algoritmo. Quizá la principal crítica es que es una función que se copia directamente de Facebook, y esto incomoda a muchos usuarios. ¿Por qué? Twitter es una excelente plataforma para relacionarte con gente con la que no tienes ningún lazo previo. Así que con la nueva sección, ya vendrán los avisos de que tal amigo de la secundaria o ex pareja sigue tus publicaciones.

El punto de las redes me parece uno de los más interesantes. Se diga lo que se diga, Twitter se trata de jerarquías. Hay líderes de opinión, puntos obligatorios de paso, nodos de información, y demás actores. Las sugerencias fortalecen esta capacidad al llenar los espacios en blanco. Basta con que un puñado de mis contactos sigan a determinado usuario para que el algoritmo me lo sugiera. Cada nuevo follow a una persona incrementa de forma sustancial su posibilidad de ascender en la jerarquía. Paradójicamente, entre más te sigan, más beneficiado eres por el servicio.

¿De qué nos sirve? Obviamente, para más seguidores. Ojo, no es lo mismo ser seguido por usuarios sin relación entre sí que por un conjunto de personas que interactúan y forman una pequeña comunidad. Creo que las sugerencias de Twitter pueden desencadenar un fenómeno que no vemos con tanta claridad en el servicio: la prominencia grupal. Sí alguien con muchos seguidores te tiene como contacto, de cierto modo te jala con su popularidad, incluyéndote en un paquete de recomendaciones.

Especulando un poco, esto puede generar dos caminos: círculos más cerrados (por ejemplo, celebridades que se siguen entre sí y terminan conviertiendo las sugerencias en un bucle), o surgimiento de grupos de opinión (un par de usuarios fuertes que incorporan a dos o tres menos populares para impulsarlos). Acá hay un pequeño guiño para los gurús de redes sociales: sabiendo aprovechar esta nueva característica, parece posible posicionar a un usuario mediante una estrategia de arrastre grupal. Funciona como una especie de círculos concéntricos: empiezas por el pequeño, y así vas avanzando.

La última posibilidad es la que, al igual que con los tópicos patrocinados, nos topemos con usuarios patrocinados. Creo que todos pondríamos el grito en el cielo, pero es una forma de promoción que bien podría ser explotada por marcas o políticos. Ya veremos qué direcciones toma la nueva función, pero en lo personal, sigo quedándome con las recomendaciones personales. No creo que la práctica del #FollowFriday se termine con las sugerencias, ya que después de todo, siempre está lindo que sea una persona (y no un algoritmo) quien te promocione.

Por cierto, aprovechando que es viernes (y que hasta donde yo sé, no soy un bot), les recuerdo que pueden serguir al equipo de ALT1040: Eduardo Arcos, Inti Acevedo, Elías Notario, Carlos Rebato, Fede Erostarbe, David Rubia, Victoria Esains y un servidor. Si ya están un poquito hartos de nosotros, también hay algunos Hipertextuales que vale la pena seguir en su timeline: Enrique Torre Molina (Vivir México), Laetitia Taurand (Monkeyzen), Dani Muñoz (Appleweblog), Rafa de Jaime (TVlia), Adrián Cholula (Cuchara Sónica) y Becky Santoyo (Extracine).