Me encanta la fotografía de larga exposición porque además de darle una atmósfera onírica a las imágenes es una técnica muy versátil que te permite desarrollar tu creatividad. Si miramos la fotografía que encabeza este post podemos ver perfectamente a lo que me refiero, esta foto me evoca la melancolía del Rivendel de Tolkien.

Para poder tomar imágenes como ésta se necesita que la velocidad de obturación de la cámara sea larga, puede ser de entre medio segundo hasta varios minutos y horas. La velocidad de obturación lenta permite que la cámara tome más luz con el sensor, y así capta mucha más información, de modo que es muy recomendable en lugares con poca iluminación.

Si quieres hacer fotografías de larga exposición es fundamental un trípode, porque por mucho que pienses que tienes un pulso de cirujano si sostienes la cámara con tus manos la imagen saldrá movida. Un buen truco es utilizar un disparador temporizador, casi todas las cámaras tienen está función, así te dará tiempo a separar las manos de la cámara cuando comience el disparo y eliminarás cualquier pequeño movimiento que harías con ellas.

Con la larga exposición también puedes dotar de velocidad a las escenas de acción. Por ejemplo, si quieres sacar una carrera y darle un toque de velocidad a la imagen, puedes enfocar la cara del corredor y seguirlo con la cámara mientras estás disparando. Así la escena saldrá desenfocada por el movimiento mientras que la cara del corredor permanecerá estática.

A continuación puedes ver unos ejemplos de fotografías con velocidades de obturación largas para que te inspires en tus creaciones.

Fotos: Alex37, gilad, MattTheSamurai, AlanSmithers, brentbat, gilad, Jakob Wagner, d0ub7, gilad, chechepics

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