A finales de la semana pasada amanecimos un día con la noticia de que Mark Hurd, el CEO y Presidente de Hewlett-Packard acababa de renunciar a su puesto por una demanda de acoso sexual (y en el proceso, al desligarse de la compañía, embolsaaba 12,2 millones de dólares más 16 millones en acciones). Pues bien, en el mismo momento en que los directores del gigante tecnológico se encuentran buscando un reemplazante para quien había estado a cargo por más de cinco años, se encuentran con una demanda. Una firma legal ubicada en Connecticut, representando a accionistas, presentó una demanda contra los propios directivos, afirmando que estos incumplieron con sus deberes en los eventos que rodearon a la renuncia de Hurd.

El motivo sería que los directivos no notificaron a tiempo a los accionistas de la investigación policial de la que está siendo víctima el ahora ex CEO, pero además añaden varias acusaciones más a la bolsa: aseguran que los directivos fallaron al manejar la empresa, desperficiaron bienes corporativos, violaron el código empresarial del Estado de California, se apropiaron de información y, como frutilla al postre, los acusan de enriquecimiento ilícito. Con los casos de Skype y Fring, TwitPic y Posterous, Apple y Adobe y ahora Oracle y Google, vengo mencionando que las empresas tecnológicas parecen estar perdiendo los cabales, a pesar del buen momento que parecen estar viviendo. Y resulta que el CEO de HP renuncia por un escándalo y todos los directivos son acusados de enriquecimiento ilícito (entre una larga lista de denuncias). Parece que, al final, los más cuerdos están en Redmond.

Vía: The Wall Street Journal

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: