Muchas cosas más podrían deducirse de un estudio realizado por científicos británicos que habría resuelto uno de los mayores enigmas de la historia de la humanidad, comparable al que obtuvo como respuesta el número "42". Como explicó al diario Metro el doctor Colin Freeman, de la Universidad de Sheffield:

Siempre habíamos sospechado que el huevo había venido primero, pero ahora tenemos una prueba científica de que en realidad primero fue la gallina.

La investigación utilizó al supercomputador HECToR para analizar la formación de la cáscara de huevo, descubriendo que para la creación de la misma es necesaria la proteína ovocledidina-17, únicamente presente en el cuerpo de la propia gallina. Y si están pensando que se trata de una de esas investigaciones científicas que parecen completamente inútiles, no es el caso. El estudio, al dar luz sobre la formación de la cáscara del huevo, podría (además de haber resuelto el enigma del huevo y la gallina, claro) ayudar a la creación y diseño de nuevos materiales.

Así es: para la creación del huevo es necesaria una proteína que se encuentra en la gallina, pero si prestan atención, verán que pasamos de una paradoja a otra, pues ahora contéstenme: ¿de dónde vino la gallina?

Y por favor, no me digan "del otro lado del camino". Porque si es necesaria la existencia previa de una gallina, ¿de dónde vino la primera gallina? Bien podría tratarse de un cambio metabólico, algo que haya cambiado con la evolución natural en la gallina, pero aún así. Quizás la primera gallina vino en un meteorito del espacio exterior. Por qué no, del futuro o quién dice, quizás tenga un origen místico, con alguna relación al FSM. Lo cierto es que, dejando las bromas de lado y al igual que en el caso de la pregunta sobre el sentido de la vida, el universo y todo lo demás, la respuesta me dejó con más dudas que certezas, transformando una paradoja ontológica en una verdadera inquietud sobre el origen de la gallina.

Vía: CBS News