Hace unos días les comenté que el futuro de Android podría estar en China, pero un interesante artículo de ArsTechnica llama la atención sobre el hecho de que **si bien seguramente Android se convierta en el sistema operativo predominante en el gigante asiático, podría no haber consecuencias positivas ni para Google ni para la comunidad open source.

El principal problema es que, si bien Android está basado en Linux, no todo el sistema es open source: el kernel es un Linux "hecho y derecho", con licencia GPL, pero bastantes partes tienen una licencia Apache (por lo que pueden ser utilizadas para hacer modificaciones privativas al código) y el resto, prácticamente todas las partes de alto nivel, como el Android Market y la mayoría de los componentes particulares de Google, son completamente privativos.

Por esto es que cada compañía hace su propia versión del sistema: porque pueden. Toman el código fuente, le agregan dos tonterías para personalizarlo, pero no liberan el código de nada de lo hecho. ¿Y qué tiene que ver China en esto? Que en el ecosistema móvil chino utilizan OPhone, un fork de Android que limita la participación de Google en el sistema (sabemos que la relación entre China y Google es, cuando mínimo, particular). Curiosamente, OPhone no utiliza para nada Android Market, que es una de las maneras que tiene Google de minimizar la fragmentación del sistema y la cuestión llega al punto de que Baidu, el "Google chino", podría lanzar al mercado su propio sistema operativo móvil, basado en... sí, en OPhone.

Es evidente que las principales compañías chinas están apostando todas sus fichas en Android y parece no haber dudas sobre el éxito que tendrá allí, pero las licencias son completamente permisivas, por lo que podrán tomar el código fuente, quitarle toda funcionalidad propia de Google y añadir lo que quieran sin tener que reportar nada a la comunidad. Es decir, ni Google ni Linux podrían ver beneficio alguno del éxito de su plataforma.

Pienso que es posible que Google se haya equivocado al elegir las licencias (y lo digo como defensor, tanto por motivos científicos como ideológicos, del software libre). De haberlo hecho completamente libre podría haberse asegurado el trabajo en conjunto con otras compañías interesadas, del mismo modo en que Nokia está trabajando con Intel en la creación de MeeGo. Y quizás, de haberlo hecho 100% privativo Google tendría un ecosistema más cerrado pero se aseguraría que cualquier compañía que quiera implementar el sistema reporte directamente a ellos. De este modo, en cambio, es un sistema "un poco libre" con el que cada compañía puede hacer prácticamente lo que se le antoje sin presentar beneficio alguno ni para la comunidad ni para la empresa ni para los usuarios.

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