Basándose en las interacciones sociales de las hormigas, científicos de la Universidade de Pittsburgh han diseñado células artificiales capaces de auto-organizarse en grupos independientes y que pueden comunicarse y cooperar entre sí. El objetiovo de la investigación es crear células sintéticas que se comporten como los organismos naturales y que podrían además llevar a cabo importantes funciones a nivel molecular.
Las células sintéticas en cuestión son una especie de microcápsulas que se mueven independiente y pueden llevar consigue "cargamentos". Segregando nanopartículas, las microcápsulas son capaces de comunicarse y organizarse en grupos del mismo modo en que lo hacen los organismos naturales. Con el plus de que, siendo más simple la estructura, es más sencilla su manipulación.
Para enviar información, un organismo segrega una especie particular de nanopartícula y cuando la señal llega al otro organismo, este responde con otro tipo de nanopartícula, estableciendo de este modo una conversación. La señal encuentra siempre su destino ya que cada cápsula deja tras sí un rastro químico que es seguido por la señal y por los propios organismos, que de este modo pueden llevar a cabo distintas formaciones. Es decir, con cada tipo de formación también emiten una determinada sustancia, entonces las células pueden organizarse de distintas formas.
Imaginen la utilidad que puede tener la investigación en la medicina, pudiendo estos microorganismos agruparse y cooperar inteligentemente, llevando consigo una determinada droga que debe tener un fin específico en el cuerpo. Los medicamentos serían más efectivos y harían efecto muchísimo más rápido y es sólo un ejemplo de las posibilidades que se abren ante la creación de células sintéticas "inteligentes".
Vía: Popular Science