Todos los años a principios del mes de octubre tiene lugar la lluvia de estrellas fugaces de las Dracónidas, fenómeno que normalmente no es muy espectacular visto desde la Tierra (o no tanto como otras lluvias de estrellas) pero que según los últimos datos de la Oficina de Entorno de Meteoroides de la NASA en el 2011 probablemente si que lo será.
Concretamente los actuales modelos de predicción de meteoros predicen (valga la redundancia) que el día 8 de octubre de 2011 puede que asistamos a un virulento estallido en la mentada lluvia de estrellas llegándose a picos de intensidad de varios cientos de meteoros por hora. Tanto es así que la NASA ya se está preparando, han empezado a enviar todos estos datos a los responsables de las grandes naves que tenemos orbitando a la Tierra, como por ejemplo la ISS o el Telescopio Espacial Hubble.
En cualquier caso tampoco hay que alarmar. Todo esto son predicciones que pueden cambiar en cualquier momento y aunque se de el peor de los casos los científicos están muy seguros de que uno, la lluvia de las Dracónidas de 2011 no provocará problemas eléctricos en las naves como consecuencia de descargas electrostáticas ya que la velocidad de estas es baja, y dos, es muy poco probable que un meteoro impacte contra alguna nave, y aunque llegara a suceder las mismas cuentan con escudos antimeteoros y los programas también tomarían las medidas necesarias si hiciera falta para mitigar los riesgos al máximo (en el caso de la ISS la medida más extrema sería reorientarla).
Ya veremos lo que finalmente pasa el 8 de octubre de 2011 y como van evolucionando las predicciones en los próximos meses, pero hay bastantes opciones de que el mentado día asistamos aun espectáculo interesante. Se produzca o no el estallido predicho lo que si que espero es que los astronautas de la ISS tomen fotos desde su privilegiada posición de la lluvia de las Dracónidas, las cuales ellos podrán ver sobre el limbo de la Tierra y eso amigos si que es un espectáculo tenga la lluvia de estrellas más intensidad o menos.