Ha sido hoy en el segundo aniversario de la llegada de la sonda Phoenix a Marte cuando la NASA ha decidido abandonar de forma oficial los intentos por reactivarla.

Phoenix estuvo funcionando durante varios meses tras su llegada a la superficie de Marte realizando pruebas para analizar el clima, estudiar la superficie geológica del planeta o realizar tests en el agua del planeta para determinar los cambios climáticos.

La sonda funcionaba con energía solar y después de los meses en los que estuvo en funcionamiento el Sol dejó de dar sobre la zona de Marte en la que estaba situada.

El Planeta Rojo completa una órbita alrededor del sol en algo menos de dos años, una vez que el Sol volvió a dar sobre la zona en la que se encuentra la sonda Phoenix la NASA intentó reactivarla. La agencia espacial usó la nave Odyssey que orbita alrededor de Marte y hasta en 61 ocasiones pasó sobre el lugar que se encuentra la sonda sin poder contactar con esta mediante señales de radio.

En unas recientes imágenes realizadas por otro de los satélites de la NASA ha demostrado que faltan dos paneles solares de la sonda.

Asumimos que más probable fue que se perdiesen durante el invierno a causa de la acumulación del hielo en los paneles solares, provocando su desprendimiento. La imagen confirma que esto es exactamente lo que pasó.

Así informaba en el día de hoy Barry Goldstein, director del proyecto en el Laboratorio de Pasadena. De este modo la sexta nave en aterrizar sobre la superficie del planeta rojo se da por perdida. De estas naves tan solo dos continúan operando desde Marte, Opportunity y Spirit, que llegaron allí en 2004.

Via: National Geographic | Foto: Scientilla