¿Es este momento un antes y un después en el campo de la biología? Por lo menos, Craig Venter así lo considera. El científico británico estadounidense ha conseguido uno de los objetivos más ambiciosos de la ciencia: el desarrollo de la primera forma de vida sintética. Suena a ciencia ficción, a herejía, pero es cierto: Venter -junto con 20 científicos, 10 años de años de trabajo, y más de 40 millones de dólares, ha desarrollado un ser vivo nuevo para el inventario de nuestro mundo.
Este nuevo organismo está basado en una bacteria que causa la mastitis en cabras, sin embargo, su núcleo está compuesto enteramente de un genoma sintético manufacturado en el laboratorio. Así mismo, Venter le ha añadido "marcas de agua" en el ADN del organismo: una especie de marcadores que sirvan para identificar a la descendencia de este ser.
Venter considera que éste es un hito para el campo de la biología, la genética, y la bioingeniería. Para él, la creación de este organismo sintético es sólo el primer paso para el desarrollo de formas de vida diseñadas por el ser humano, creadas para un objetivo y un fin. Bacterias devoradoras de petróleo, productores de proteínas, e incluso, para la fabricación de vacunas.
Como siempre, está el lado oscuro, pues no son pocos los que alertan sobre el peligro de creación de agentes patógenos para la guerra biológica. Numerosas asociaciones, desde organizaciones civiles hasta grupos religiosos, acusan a Venter de jugar a ser Dios, y advierten sobre el peligro de que alguno de estos nuevos organismo escape del laboratorio y pueda crear un armagedón ambiental.
Para complementar, una charla de Craig Venter en 2008 sobre las posibilidades de crear vida sintética: