Desde siempre los radioastrónomos han concentrado todos sus esfuerzos en estudiar nuestro universo observando casi exclusivamente las ondas de radio de alta frecuencia, pero ahora el radiotelescopio europeo LOFAR acaba de demostrar que las ondas de baja frecuencia también nos pueden proporciona mucha información interesante.

Para el que ande un poco perdido LOFAR son las siglas de Low Frequency Array, un radiotelescopio de baja frecuencia europeo formado por varias estaciones de radio diseminadas por europa occidental. Se empezó a construir en el año 2008 y a finales de 2009, aunque no estaba terminado, se puso en funcionamiento.

Pues bien, hoy se han publicado las primeras imágenes captadas por LOFAR en rango de frecuencia muy bajo, y a pesar de que el proyecto a día de hoy cuenta solamente con 21 estaciones de radio operativas de las 44 que tendrá cuando finalicen los trabajos de construcción, los resultados han sido realmente buenos como muestra la imagen que acompaña en este post.

Concretamente lo que estáis viendo es el mismo agujero negro supermasivo, el situado en la galaxia 3C61.1, captado por dos radiotelescopios “convencionales” (izquierda) y por LOFAR (derecha). Las diferencias saltan a la vista, la calidad de la imagen captada por LOFAR es tremendamente alta y permite observar detalles que en las otras dos imágenes ni se atisban.

Estamos ante una estupenda noticia. Ha quedado completamente comprobado que LOFAR funciona perfectamente bien y que el apostar por las ondas de radio de baja frecuencia ha sido un acierto mayúsculo. Ahora imaginar lo que podrá mostrarnos este radiotelescopio cuando esté terminado del todo y empiece a barrer el universo con su área efectiva total de 1 kilómetro cuadrado.

Actualización: varios me han comentado que debería explicar más sobre la imagen en sí misma, así que a eso voy con esta actualización. Como decía lo que podéis ver en la imagen de la derecha es el agujero negro supermasivo situado en la galaxia 3C61.1 captado por LOFAR. En el centro de la imagen vemos el agujero negro en sí mismo. Los "dos brazos" que salen hacia arriba y abajo (o derecha e izquierda si rotáramos la imagen) son chorros de energía eyectada fuera del agujero por los campos magnéticos que se generan en el interior de este. Finalmente parte de dicha materia expulsada se ha ido concentrando en esas "dos pequeñas bombillas" que aparecen en la imagen situadas a años luz del "epicentro" del agujero negro.

Vía: Popular Science

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