El juicio contra OiNK fue algo complicado no solamente porque fue el tracker de música con la comunidad más grande que hubo sino porque era un estandarte como hoy lo es The Pirate Bay. Por ese motivo hicieron todo lo que tenían al alcance de sus manos para meter a alguien tras las rejas pero, por suerte, las organizaciones antipiratería no pudieron hacerlo.

En enero les comenté que Alan Ellis, el administrador del tracker, fue declarado inocente y el jurado determinó que no había conspirado para cometer fraude contra la industria musical. Después cinco uploaders fueron detenidos y cuatro de ellos se declararon culpables. Lo único que tuvieron que hacer fue pagar una multa y hacer servicio comunitario.

Esta semana la corte desestimó el caso del último uploader, llamado Matthew Wyatt y así es como el largo y tedioso juicio contra a OiNK terminó para siempre. ¿Por qué se desestimó el caso? Porque si bien la industria alegó que Wyatt era la persona que se encargaba de filtrar los discos, no tenían pruebas para determinar que esto era así y, finalmente, el juez hizo lo que tenía que hacer. Ya saben que sin pruebas no hay delito.

David Cook, el abogado de Wyatt, aseguró que el gobierno no quiere ver a adolescentes arrestados por haber compartido archivos y este es un ejemplo que sentará precedencia.

Después de años en los que se gastó una verdadera fortuna en recursos finalmente terminó todo y resultó como esperábamos. El administrador está libre de todo cargo y todas las personas que habían sigo perseguidas están completamente libres.

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