La nueva película de ciencia ficción Avatar, dirigida por el mago de la taquilla James Cameron, está rompiendo moldes. Servidor tuvo la oportunidad de ir a verla hace un par de días y si bien es cierto que su línea argumental no sorprende absolutamente nada, también es verdad que estamos ante una producción con una calidad visual que roza la perfección, 150 minutos muy intensos de los que nadie en toda la sala se quiso perder ni uno (a pesar de que los de la fila de atrás no hacían más que echar pestes sobre los bichos azules).
El segundo punto donde Avatar está triunfando a parte de en la técnica es en las cifras de recaudación, que son de las que apabullan. Según se ha podido saber en tan solo 10 días la cinta ha recaudado 617 millones de dólares, con lo que ya es rentable (las estimaciones más elevadas apuntan a que el film costó 500 millones de dólares entre gastos de producción y promoción), y se ha posicionado como número uno en las salas de prácticamente todo el planeta (menos en la India, Bollywood es un mundo infranqueable).
Y esto acaba de empezar. La recaudación de Avatar ha aumentado un 12% en una semana, de seguir por esta línea pulverizará los registros de recaudación de la película más taquillera de la historia del cine, Titanic.
Todos estos número generados por Avatar y otras grandes producciones del año como Luna Nueva hacen del 2009 uno de los mejores años para la industria del cine, el más fuerte de toda la década que se cerrará con nuevo récord histórico de recaudación. Finalmente tras ver los datos de Avatar, los de otras cintas y los totales, la cuestión de que la industria del cine no pasa por sus mejores momento queda nuevamente en entredicho.