Lejos quedó aquel tiempo en que en el instituto (liceo) se pedía que los alumnos adquirieran una calculadora científica para los cálculos matemáticos. En una universidad americana, la Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri, se obliga a los alumnos a que compren un iPhone si desean permanecer en sus estudios.
Los motivos que se dan son varios. En primer lugar que de esa forma el alumno se familiariza mejor con el periodismo digital, y en segundo lugar para consultar material de estudio desde la red. Al menos podrían aprender de los japoneses.
Hace unos días saltaba la noticia de que una universidad japonesa de Tokio, la universidad Aoyama Gakuin, regaló un iPhone a cada estudiante de la Escuela de Informática. En total fueron 550 iPhones para estudiantes y personal de la Escuela. Será utilizado como un dispositivo de localización con los que la universidad podrá controlar si sus estudiantes están físicamente en la escuela o no. Pero el teléfono también se utilizará para podcasts de algunas asignaturas, realizar tarea y hacer algunos exámenes. Con ideas como esta, ¿quién no querría ser japonés?